La Oficina Nacional de la Caza ha sugerido varios cambios en la redacción del texto para evitar confusiones en su interpretación, como sucede con la prohibición del plomo o del uso de luz artificial en las esperas. Entre otras cosas también ha pedido que sea el Ministerio quien regule la homologación de los métodos de trampeo y que se presupueste compensaciones para aquellos cotos que sufran algún tipo de prohibición o limitación como consecuencia de la aplicación de la Ley.
La Oficina Nacional de la Caza ha participado esta mañana en el Consejo Estatal del Patrimonio Natural y la Biodiversidad, máximo órgano de participación pública en España, con el fin de desarrollar la propuesta de modificación de la Ley 42/2007 de Patrimonio Natural y la Biodiversidad en el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.
En el evento ha estado presidido por el secretario de estado de Medio Ambiente del MAGRAMA, Federico Ramos. En él, la ONC no sólo ha estudiado las modificaciones propuestas por el Ministerio sino que ha aprovechado para proponer cambios en otros artículos que ya fueron criticados cuando esta Ley fue aprobada en 2007. Una Ley que provocó la movilización de más de 300.000 cazadores en la manifestación celebrada en abril de 2008 en el Paseo de la Castellana.
Entre los cambios sugeridos, el Ministerio propone la obligatoriedad de incorporar en el Registro de la Propiedad toda la información ambiental que afecte a cualquier finca, especialmente la información relativa a las limitaciones y restricciones que se puedan tener fruto del desarrollo de los planes de ordenación de cada espacio.
La ONC está convencida de que este cambio provocaría una pérdida del valor patrimonial de las fincas y cotos de caza, por lo que cree que las Administraciones competentes deberían presupuestar las compensaciones correspondientes derivadas de esas restricciones, justificadas por razones de utilidad pública.
Por otro lado, la ONC ha presentado una propuesta de salvaguardar las especies autóctonas de la Península Ibérica y así evitar en un futuro casos como el ocurrido con la cabra montés, que ha sido reciente reintroducida en Francia.
Con respecto al artículo 62 de la Ley de Patrimonio Natural, donde se desarrollan las especies objeto de caza y pesca, la Oficina Nacional de la Caza ha presentado dos propuestas. Por un lado quiere que se mejore la redacción del texto para que quede claro que la munición de plomo está prohibida sólo en humedales y que apunte que esta prohibición no es extensible a otros espacios naturales protegidos. En segundo lugar propone que sea el Ministerio el que homologue los métodos de control de predadores conforme a los estándares internacionales de captura no cruel, máxime cuando ha sido el propio Ministero el que ha desarrollado los estudios necesarios para tales homologaciones y que hasta la fecha sólo han aprobado Castilla-La Mancha y Extremadura.
Finalmente, la ONC ha reflejado en el informe jurídico la necesidad de eliminar las trabas a las fuentes luminosas artificiales para el ejercicio de la caza, puesto que la redacción actual de la ley provoca que muchas comunidades autónomas no lo aprueben en sus leyes y que esté prohibido para modalidades como la caza en esperas nocturnas a jabalíes, con el consiguiente peligro y ausencia de selectividad que implica tener que disparar a oscuras.