Hace unos días el Tecor de Meaño informaba de que un cazador meañés había sido sorprendido durante una jornada de caza ebrio en el monte. Ese cazador era Tito Eloy Méndez Conde, un conocido empresario, que lleva 36 años como miembro de la Sociedad de Cazadores de Meaño, quien rechaza tales acusaciones.

Usted arrastra un malestar con la información que hablaba de un cazador meañés que, en estado ebrio, se escabulló por el monte para evitar un control de alcoholemia.

Sí, estoy muy molesto porque no responde a la realidad de los hechos, hasta el punto de que me he sentido calumniado por tal y como se cuenta. Es cierto sólo se mencionaban mis iniciales, apuntando que fui presidente de la Sociedad de Caza, suficiente para que todo el mundo sepa en Meaño que se refería a mí. Pero soy una persona íntegra y quiero dar la cara porque es algo que afecta a mi honor.

Pero ha sido una información facilitada por responsables del Tecor meañés.

En concreto ha sido facilitada, y me consta, por una persona del Tecor que arrastra una serie de rencillas personales conmigo que todos los socios conocen desde hace años. Yo llevo de 36 años como cazador, los mismos que la Sociedad de Caza de Meaño de la que soy socio fundador y de la que fui presidente y vicepresidente en 2 ocasiones, todos me conocen.

¿Qué no fue cierto de la información facilitada por responsables del Tecor de Meaño?

No fue cierto que estaba ebrio, ni que me persiguieran durante casi tres horas por el monte. Por ser, hasta no fue cierto que el hecho tuvo lugar en a Queimada, fue en Caldeiriños en la zona que cae entre Armenteira y Cobas? y tengo testigos de todo lo que estoy diciendo.

Según usted, ¿cómo se sucedieron los hechos?

Ese día salimos a cazar un compañero y yo como cualquier domingo a las 9 de la mañana con la ayuda de diez perros. Estuvimos en todo el día en la zona de Caldeiriños, próxima a Armenteira. Durante la mañana cazamos dos conejos. Hacia las tres de la tarde compartimos comida en Armenteira junto con una veintena de cazadores del Tecor de Poio. El almuerzo y la charla se alargaron y volvimos al monte hacia las 16,45. Tuvimos suerte y al poco nos cobramos otras dos piezas. Fue una tarde corta porque la noche se nos venía encima.

¿Cuándo le hacen entonces el control de alcoholemia?

Cuando regresamos a los coches de cazar. Eran sobre las seis y oscurecía. Nos encontramos con el guarda del Tecor de Meaño y estuvimos departiendo con él hasta que a la media hora llegó una patrulla de la guardia civil. Uno de los agentes nos dijo que ya estaba oscuro para estar en el monte, nos pidió la documentación y acto seguido me requirió sólo a mí para hacerme un control de alcoholemia, control al que no puse reparo. Me preguntó si había bebido y le dije que algo con la comida que habíamos hecho ya tarde.

¿Dio positivo el control?

El agente me dijo que daba un poco de alcohol, aunque por debajo de la tasa que le impide a uno conducir un vehículo, pero que para andar con el arma tenía que ser 0,0. Yo ni lo sabía, ni creo que lo sepan la mayoría de los cazadores de Tecor. De hecho el agente me dijo que podía marcharme y llevar mi propio coche, pero que el arma tenía que ser requisada y que me pasara por el depósito de Cambados para tramitar su devolución.

Pero desconocer la norma no le exime de culpa

Me hago cargo y tal vez tenga que pagar alguna sanción por la falta. Pero la tasa de alcohol era tan ínfima que, insisto, pude conducir al instante, de hecho así me lo permitió el agente.

¿Cómo se explica que haya dos versiones tan contrapuestas sobre lo ocurrido?

Hay cosas y personas que se califican por sí solas. Invenciones así, primero llamando a la Guardia Civil, luego a la prensa, y todo por cuestión de rencillas y envidias personales, dicen muy poco de algunos. No se puede ir por ahí calumniando a la gente, ha sido un atentado contra mi honor. Estoy barajando junto con mi abogado iniciar acciones legales contra la persona que promovió esta invención.