Así, no se puede saber con seguridad si el medio ambiente está más dañado que el ejercicio anterior pero sí que las quejas crecen anualmente. A lo largo de 2010 fueron 8.489 las denuncias que recibió la unidad, la mayor parte por faltas relacionadas con el monte -específicamente con los incendios-, el mar -sobre todo por vertidos o pesca ilegal- y los residuos -en su mayoría con la detección de vertederos incontrolados-. La tipificación que utiliza el Instituto Amado para realizar sus estadísticas se ciñe a un centenar de infracciones, pero son muchas más las que vigilan e investigan. Tantas como la numerosa legislación al respecto.
Son alrededor de 150 los agentes que forman el cuerpo de protección de la naturaleza, aunque la vigilancia del medio ambiente está ejercida por los 5.000 guardias civiles de distintas unidades repartidos por toda Galicia. El año pasado, la eficacia en la resolución de los casos fue casi completa: se esclarecieron el 96% de las denuncias. Además, se logró imputar delitos a 117 personas, de las cuales, la mayor parte pertenecieron a infracciones cometidas en A Coruña y Pontevedra. Fue esta última provincia donde más quejas se registraron en 2010 -2.917-, seguida de Lugo -2.274-, A Coruña -1.771- y Ourense -1.527-.
El Instituto Armado recibe información tanto de las administraciones como de los propios ciudadanos, de manera particular o agrupados en asociaciones ecologistas y también actúa de oficio, como consecuencia de la labor preventiva que realizan los agentes. Desde el Seprona de A Coruña constatan un incremento de las quejas porque hay "una mayor concienciación" y también un "mayor interés" porque se protejan los espacios naturales. Sigue existiendo, dicen, "un solapamiento de interés personal con el general" pero poco a poco se está superando. La oleada de incendios del verano de 2006, apuntan, fue el "punto de inflexión" para que los ciudadanos reflexionaran sobre la necesidad de denunciar infracciones medioambientales.
También se logra compatibilizar la actuación de las administraciones y la Guardia Civil en este tipo de delitos. Ambas instituciones se "complementan", según fuentes del cuerpo en A Coruña, y aunque las competencias de la mayor parte de faltas son de la administración autonómica y local, acuerdos, comités o reuniones están facilitando la labor conjunta. Un ejemplo de esta situación es el convenio entre Guardia Civil y Xunta para esclarecer los incendios forestales.
Los fuegos en los montes gallegos supusieron casi un millar de denuncias el año pasado, un total de 961. Pontevedra y Ourense tienen el mayor cómputo de quejas, con 297 y 293, mientras que en A Coruña se tramitaron 240 y en Lugo 131. Las llamas que arrasaron arbolado y monte bajo o matorral fueron en los que más incendiarios acabaron arrestados. El nivel de eficacia en el esclarecimiento de los casos que existe en el Seprona en términos generales desciende un poco en el caso de los incendios, ya que quedaron casi un 30% de casos sin resolver. Eso sí, según explican en A Coruña, se han registrado detenciones dos años después de los fuegos, por lo que las investigaciones siguen abiertas.
La costa y el mar son otras de las materias sobre las que actuaron, y mucho, los agentes del Seprona el año pasado. Los vertidos o contaminación tanto en el mar o en las rías como en los ríos y en las costas provocaron 700 denuncias y casi mil acumuló la pesca ilegal, que también se saldó en 2010 con cuatro detenidos. Fueron 687 las infracciones reportadas sobre leyes sanitarias y 352 las relacionadas con el turismo y el ocio, de las que 152 fueron sobre embarcaciones de recreo.
En relación a la fauna, hubo 835 quejas que implicaron a animales domésticos, de las cuales más de 300 se referían a mascotas sin registro. Que los dueños no tengan licencias o seguros para los potencialmente peligrosos, que no les pongan bozal o los abandonen son otros de los delitos que investiga el Seprona, que también atendió 14 muertes por maltrato. También se contaron 284 casos de caza mayor y menor irregular y 23 de captura de especies protegidas, que conllevaron una detención. Inspecciones a los circos que visitan Galicia o particulares que coleccionan este tipo de ejemplares sin las medidas adecuadas de higiene o cuidado son las situaciones que se encontraron en 2010 los agentes de la unidad. |