Uno de los últimos y más graves incidentes tuvo lugar en la madrugada del sábado en la carretera que comunica Bande con Celanova, la OU-540. El conductor de un turismo, Iván L. G., de 30 años, se dirigía a su trabajo en el embalse de As Conchas cuando, después de una curva, en el Alto do Vieiro, se topó con un caballo en medio de la vía. «No pude esquivarlo, no había tiempo, así que me empotré contra el animal», asegura el perjudicado, quien pese a lo brusco del impacto, apenas sufrió unos rasguños.
Con todo, el accidente le acarreará graves consecuencias. En cuanto llegaron al lugar del choque los efectivos de la Guardia Civil de Tráfico, se constató que el animal carecía de chip identificativo, con lo que al afectado le será difícil, o eso teme, reclamar los importantes daños que ha sufrido su turismo. «Había otros caballos en el arcén, andaban sueltos y podían cruzar la carretera, eso me parece muy peligroso porque a cualquier conductor le puede pasar lo que me pasó a mi», denuncia el afectado.
De hecho, el de Iván L. G. no es el primer accidente de tráfico originado por la presencia de caballos en la carretera que tiene lugar en esa comarca. Según datos recogidos por los ayuntamientos de Bande y Celanova en la zona se han registrado en los últimos años una quincena de colisiones, motivadas casi todas por la presencia de caballos salvajes.
Mucha incidencia
La asociación de afectados poreste tipo de incidencias, que funciona en Ourense desde el 2010, intenta que las administraciones se hagan cargo de los accidentes, cuando no son responsabilidad de los cotos de caza, y que mejore la señalización para evitar nuevos casos.
Con todo, el mes de enero está siendo especialmente problemático en las carreteras, con una media de dos accidentes diarios causados por ejemplares de diversas especies. Perros sueltos o jabalíes son, en un alto porcentaje, los causantes de esas colisiones, que anualmente suelen superar los cuatro cientos casos. |