Dos lobos acabaron el pasado jueves de madrugada con una hembra de poni preñada en la localidad nicrariense de Gonte, a escasos tres kilómetros de la villa. Así lo comprobaron testigos presenciales, que sorprendieron a las alimañas esa misma mañana. Además, ayer volvían para dar buena cuenta de los restos que aún quedaban, horas antes de que los técnicos de la Xunta se desplazasen hasta el lugar de los hechos para evaluar el suceso.
El animal, propiedad de Fernando Suárez, vecino de Zas, tenía cinco años de edad y estaba preñado desde hace cinco meses. La noche del ataque se encontraba en una finca de treinta y cinco ferrados -aproximadamente como dos campos y medio de fútbol- cerrada con postes, en compañía de una yegua que se pudo salvar, probablemente por su mayor envergadura.
Numerosos sucesos
En esta zona, a medio camino entre la parte alta del municipio y la villa, los ataques de lobos se están convirtiendo en una constante. Días antes los lugareños daban fe de la aparición de varios perros devorados. A finales de 2006 aparecía un carnero de setenta kilos descuartizado a unos cuantos cientos de metros de este enclave, concretamente en O Vilar. En enero de 2004, eran otros dos canes los que eran encontrados a medio devorar y, ya en verano de 2002, un potro de dos meses moría por el ataque de, aparentemente, más lobos.
Recientemente, una pareja de estos canes salvajes campaba a sus anchas en el vecino municipio de A Baña, entre San Vicente y O Barro, acabando con la vida de un rebaño entero de ovejas que pacía a escasos metros de la capital municipal. En Santa Comba, en el entorno de Cícere y Grixoa, también se han documentado diversos sucesos de esta índole.