Las poblaciones cinegéticas menudas se reparten de forma desigual por zonas dependiendo de las enfermedades que atacan fundamentalmente al conejo y las repoblaciones de perdiz, ya que las salvajes son escasas. Otro factor que se repite es la disminución de las licencias, de las sesenta mil de hace cuatro años en la actualidad se perdieron entorno a las cinco mil.
Los expertos atribuyen esta disminución de aficionados a los pobres resultados de las últimas campañas y a lo caro, complicado y hasta peligroso que puede resultar esta práctica deportiva. Por un lado tenemos los perros -cuidados, manutención y adiestramientos- y por otro todo lo demás: armas, ropa especial, calzado, munición, carrillos de transporte de perros, cotos, licencias, seguros, transporte...
Un deporte de lujo
En fin todo un montón de artilugios que convierte esta actividad en un deporte de lujo. Según un estudio encargado por La Federación Gallega de Caza, se calcula que el gasto medio por cazador es de 1.745 euros anuales. Claro está que la media la levantan considerablemente los diez mil aficionados que cazan fuera de Galicia y para ellos el gasto se multiplica.
Sin embargo la caída aún podía ser peor de no ser por el incremento de las especies de caza mayor, debido fundamentalmente a los cambios del medio rural que favorecieron el avance de especies como el jabalí y el corzo en perjuicio de la perdiz y el conejo, que se vieron seriamente afectadas precisamente por el mismo motivo: la falta de sembrados y el excesivo monte alto, y por las enfermedades . Destacar que la provincia de Lugo está desde hace algunos años a la cabeza en cuanto a densidades de corzo de toda España.
A pesar del cambio político en la Xunta de Galicia y de todas las promesas, pocas novedades y, como tónica general, se continúa con la misma línea adoptada por el gobierno anterior: la ley del mínimo esfuerzo.
Seguramente pensarán que poco más se puede hacer y que los problemas que arrastra este deporte desde la implantación de la "ley de los tecores" no merecen la pena resolverlos, ni retocar algunos aspectos de la normativa para adaptarse a una realidad solidaria comprensible. No se entiende que siga en el mismo punto el que muchos aficionados de las ciudades no tengan opciones a cazar por falta de terrenos cinegéticos, cuando paradójicamente de sus bolsillos salen también las ayudas que reciben los tramos acotados.
Los más afortunados -eso si, gastando mucho dinero- no tienen más alternativa que desplazarse a otras comunidades con el consecuente flujo económico que esto supone. Al mismo tiempo estarán encantados en Castilla-La Mancha con los dirigentes gallegos por los recursos económicos que les ponen en sus manos, y que bien podrían quedarse en la comunidad gallega.
El periodos hábiles para la caza menor se establecen por especies y en general estarán comprendidos entre el 18 de octubre y el 6 de enero, pero únicamente los jueves, domingos y festivos. Destacan en cuanto a regímenes especiales que para la arcea se podrá solicitar la prolongación de su caza hasta el 7 de febrero. La liebre finalizará el 6 de diciembre y en cuanto al polémico zorro, que ya se vienen autorizando batidas desde finales de agosto, existe la posibilidad de cazarlo en la temporada hábil normal , incluso hasta el primer domingo de febrero en ganchos autorizados. Para la codorniz, que ya se anticipó la temporada al 22 de agosto sólo en tecores autorizados para ello, aunque sigue vigente su caza en la normativa general hasta el Día de Reyes, con pocas posibilidades, ya que al igual que la tórtola en estos meses sus poblaciones se desplazan a países más cálidos.
Prácticas prohibidas
En cuanto a las prácticas prohibidas destacar que no se podrán utilizar cebos venenosos, aparatos eléctricos paralizantes, faros o linternas, armas automáticas o semiautomáticas que contengan mas de dos cartuchos en el cargador, lazos y todo tipo de redes.
Tampoco está permitido cazar sin la documentación pertinente o desde embarcaciones a motor, ni hacerlo fuera del periodo comprendido entre una hora antes de la salida del sol y una hora después del ocaso. Y por supuesto se tendrán que respetar las zonas de tránsito de personas , manteniendo una distancia de seguridad que impida que los proyectiles alcancen éstas. Con respecto a las armas, las precauciones deberán ser las lógicas como pueden ser no usarlas ni circular con ellas en núcleos urbanos y rurales o otras zonas habitadas y lo mismo para autovías y carreteras.
Las recomendaciones que se hacen para los cazadores se dirigen fundamentalmente hacia una ética y comportamiento adecuado con el medio ambiente y la fauna, respetando siempre las especies protegidas y los métodos permitidos. |