Un año más
se abre la veda para la caza menor
en toda la provincia y la ingente
cantidad de aficionados que hay
en Lugo podrán salir al monte
para disfrutar con la captura de
ejemplares como la perdiz, el conejo
o la liebre por primera vez
esta temporada.
Es el momento de ver los resultados
que han dado las tareas
llevadas a cabo durante el resto
del año: si las repoblaciones de
perdices han surtido efecto, si los
sembrados han permitido que el
número de esta ave vaya en aumento,
si la cantidad de conejos
se mantiene, sube o disminuye
con respecto a la campaña anterior,
si los biotopos han resultado
beneficiosos para la conservación
de este animal... Los diferentes
tecores de la provincia han realizado
los trabajos teniendo en cuenta
las características propias de cada
terreno, por lo que se esperan ciertas
mejorías.
9.00 horas: La niebla se ha convertido
en una de las protagonistas
de la mañana y pocos son los
afortunados que ya han efectuado
los primeros disparos, ya que
la visibilidad en gran parte de la
provincia es nula. Mientras que
algunos cazadores esperan impacientes
en sus casas o en el mismo
terreno a que despeje, otros ya tienen
en su percha algún conejo o
alguna perdiz que se han convertido
en las primeras piezas cobradas
de la temporada.
«Pouca cousa». Es la respuesta
que más se escucha entre los
cazadores que ya han iniciado la
jornada. Una frase que se mueve
entre la decepción de los que
tenían la confianza de que sería
una temporada realmente mejor
que otras y la satisfacción después
de haber capturado los primeros
animales. Aun así, su afición por
la caza no les permite rendirse en
ningún momento. Mucho menos
cuando queda un día por delante
para avistar más animales y llegar
a casa con las arcas llenas.
12.00 horas: Parece que la niebla
empieza a levantarse definitivamente
en aquellas zonas en
las que todavía no había desaparecido.
Los perros no aguantan
más en los remolques y quieren
comenzar a recorrer el monte para
ayudar a su dueño a hacerse con
las primeras piezas. Otros años, la
meteorología también había supuesto
un atranco en las primeras
horas, pero esta vez las adversidades
climatológicas han superado
la barrera de años anteriores.
Aún con los rayos de sol luchando
por atravesar los últimos
resquicios de nubes, los cazadores
inauguran —por fin— la temporada.
Los primeros disparos no
se hacen esperar para alegría de
todos los que tuvieron que esperar.
De un lado y otro se escuchan
a los perros ladrando en señal de
avistamiento de presa, seguido de
disparos que suponen la evidencia
de que los animales están apareciendo
en mayor o menor medida.
Mientras, los afortunados que
llevan ya cinco horas cazando ya
pasean con una percha aceptable
esperando a que llegue la hora de
comer.
16.30 horas: Después de comer,
toca volver al monte para realizar
los últimos intentos del día. Para
los que la mañana había sido corta,
es un buen momento para resarcirse,
mientras que los que han
disfrutado de un buen comienzo
pueden continuar observando los
cambios que se hayan producido
con respecto a temporadas anteriores.
La tarde confirma lo que
la mañana había adelantado:
una campaña que promete muchas
alegrías a los aficionados,
ya que la línea de capturas en la
caza menor no sólo se mantiene,
sino que incluso ha aumentado
ligeramente.
El plazo de inscripción
para el campeonato
provincial de caza menor con perro,
que se disputará el próximo
sábado 24 de octubre, continúa
abierto hasta mañana a las 20.00
horas. Todos los interesados pueden
anotarse en la competición
llamando al número de teléfono
982.25.49.96 o acudiendo a la
sede de la delegación en Lugo de
la Federación Galega de Caza sita
en la calle San Roque, número 55,
entresuelo. |