Los incendios y el calor fueron los extraños condicionantes del inicio de una temporada de caza que empieza un año más sin grandes novedades. Ourense, que ronda las 10.000 licencias, se confirma como una las provincias de referencia de la caza en Galicia.
Licencia, seguro y coto. Eses son los condicionantes innegociables para practicar una modalidad deportiva con enorme aceptación. Los días de caza tampoco cambian. Serán los jueves, los domingo y los festivos los que citen en los montes ourensanos a los cazadores.
Para esta temporada tampoco se esperan novedades en el capítulo de capturas. Los cazadores tendrán en el conejo la principal presa, aunque la perdiz también tendrá su cuota de protagonismo, pero en menor medida.
Tampoco quedará vacío el hueco para la caza mayor. Desde el mes de agosto ya se podían organizar batidas para controlar la población de jabalíes que tantos estragos produce en muchas de las zonas agrícolas de la provincia. Una posibilidad que ahora se suma al calendario regular de la caza menor y que tendrá continuidad algunas semanas más también desde el 6 de enero. En la caza mayor, el corzo completa un listado realmente limitado de posibles presas en la provincia.
Hasta ahora los cazadores en Ourense, además de las batidas de jabalíes, tenían que conformarse con las jornadas organizadas para la codorniz en la zona limítrofe a la Lagoa de Antela. Una especie con una población notable en toda la comarca de A Limia.