El lobo ataca con fuerza en las últimas semanas en el municipio de Xermade. Una explotación ganadera que tiene fincas repartidas entre ese concello y el de Vilalba, con reses que pasan todo el tiempo al aire libre, sufrió en la noche del lunes al martes la octava baja en mes y medio, período en el que se registraron siete ataques. Una novilla fue atacada y devorada en una finca situada prácticamente en el límite del concello xermadino con el vilalbés, entre las parroquias de Cazás y de Codesido.

La novilla estaba en un prado con otras trece. La res muerta acabó muy dañada por el lobo, que solo causó heridas a uno de los animales. Esa situación se repitió prácticamente en los anteriores ataques: solo una vez murieron dos reses, mientras que en las restantes ocasiones murió una. Para los responsables de la explotación, lo ocurrido parece tener que ver con las necesidades del lobo, que a su vez se beneficia de las características de sus víctimas.

Por un lado, el lobo ataca a una novilla, de la que come buena parte y queda saciado. Por otro, las reses atacadas en el último mes y medio, una vaca y siete novillas, son de raza frisona, se dedican o se dedicarán a la producción de leche y tienen menos resistencia al lobo que las de raza rubia gallega.

Perros que ladraron de noche

Este ataque tuvo lugar en una finca que dista aproximadamente un kilómetro de la carretera Vilalba-Momán. La presencia del lobo se notó algo, puesto que una mujer que vive en una casa próxima a la finca donde la novilla fue devorada notó, durante la noche, que los perros ladraban; sin embargo, no pensó en ese momento que pudiera deberse a la presencia del lobo.

La novilla fue valorada en unos 700 euros. La explotación tiene en total unas cien cabezas, aunque ha sufrido bajas en las últimas semanas y todavía no ha comprado ningún animal para compensar esa disminución en su cabaña. El prado en el que tuvo lugar este reciente ataque se había visto libre de las incursiones del lobo ocurridas en octubre. Todos los anteriores ataques se cometieron en terrenos que la explotación tiene en Cazás, salvo uno que se registró en una parcela de Codesido.