La impotencia de varios ganaderos aumenta porque los ataques de los lobos a sus animales no cesa. Despertar, acudir a la finca y encontrarse a varios de sus terneros muertos y con síntomas de un brutal ataque es la tónica predominante desde hace unos meses. Un friolés, que tiene sus casi 200 cabezas de reses "entre vacas y terneros" en una finca de Carballo (Friol), sufre a diario este calvario. En lo que va de año el lobo le mató siete animales y dejó heridos a varios. Los últimos ataques se produjeron esta madrugadas y de forma consecutiva. En la madrugada del viernes, los feroces acudieron a la finca y le devoraron un ternero recién nacido. Se encontró con lo sucedido cuando a la mañana siguiente fue a la finca y vio como la madre mugía por su cría. El cánido lo devoró todo dejando tan solo una pata y el pellejo. La madrugada del sábado, el feroz volvió a la finca y devoró un ternero de casi cuatro meses. Comió hasta hartarse y dejó al animal partido en dos. Este vecino de Friol está harto de que día tras día los cánidos acudan a su finca y que la administración siga haciendo la vista gorda y no tome medidas ante esta problemática.