Es una fecha clásica. El primer madrugón de la temporada, la primera salida al monte, el primer disparo. Comienza la caza. Es la campaña cinegética menor, la que al ourensano de a pie le pilla más cerca de su hogar, muchas veces en su hábitat más conocido y en el que se aficionaron al noble arte junto a sus ancestros.

El telón se levantará este año el próximo domingo y la delegación federativa provincial, dirigida un curso más por Antonio García Reinoso, perfila todos los detalles: «Nos seguimos manteniendo en torno a las 9.000 licencias, alguna más, aunque en el rural la población se va envejeciendo digan lo que digan y en las ciudades los jóvenes tienen otras actividades para ocupar su tiempo libre. Aún así, llevamos varias temporadas con cifras similares, aunque hace ya bastantes años el techo llegó a estar en las 12.000 licencias».

Entre los preparativos más destacados de la temporada resalta un curso de Seguridad en la Caza y Primeros Auxilios, que reunió a un centenar en cazadores en Xinzo. Una actividad que nunca está de más, por mucho que la mayor parte de los practicantes sean conscientes de cómo deben moverse en el monte. Aún así, los accidentes son evitables siempre en alguna medida y toda labor de prevención es bienvenida, como apuntaba el propio representante de la federación gallega: «La prueba es la buena acogida que tuvo el curso y por eso insistimos siempre en extremar las precauciones. También intentamos dejar siempre bien claras las normas para la organización de batidas y otros consejos útiles a lo largo del año, no solo durante la temporada de caza menor».

Cabe recordar que la campaña que se iniciará el domingo contará como días hábiles para la caza los jueves, domingos y festivos estatales y autonómicos, además de los sábados en el caso de la caza mayor. Los tecores organizan sus cuotas de captura en los planes del aprovechamiento cinegético y en los terrenos comunes no se podrá cazar en grupos mayores a seis cazadores.

En cuanto a las previsiones de la temporada, el trabajo realizado por las sociedades sigue enfrentando distintas estrategias. Por un lado se ha apostado por repoblar ejemplares, topando con los problemas derivados de distintas enfermedades y, por otro, por una apuesta a más largo plazo con una gestión integral del hábitat. Desde la propia federación de caza también se ha abierto una línea de asesoramiento que en algún tecor ya han adoptado, tanto por esa como por otras vías, con un programa adecuado de desbroces y sembrados -en especial, centeno-, encaminado a favorecer la flora autóctona y el crecimiento de la fauna. Más allá de ese trabajo a largo plazo, el calor del último verano y la escasez de lluvias marcará el desarrollo de la temporada, con previsiones concretas que apuntan al incremento del conejo y la perdiz donde se ha sembrado, mientras que los primeros apuntes de la campaña de caza mayor ya reflejaron buenas capturas de jabalí y corzo, en nuestra provincia.

En todo caso, la sequía de los últimos meses complicará el tramo inicial de la temporada y si la lluvia no es generosa en las últimas fechas, tampoco se esperan grandes resultados, que sí se confía en mejorar a medida que avance el calendario.

Futuro

Dentro del movimiento que a nivel nacional la federación española activó con el colectivo Jóvenes por la Caza, en la gallega también han sido conscientes de la importancia del relevo generacional en el ámbito cinegético (tan solo un 7% de los cazadores gallegos eran menores de 31 años a principios de 2016) y se decidió a crear una asociación juvenil que nació como Xuventudes pola Caza, con la finalidad promocionarla y reivindicar a su practicante como el mayor ecologista y defensor de la conservación del medio como motor económico. De este modo, tanto la agrupación estatal como la autonómica han aunado esfuerzos para la participación activa en estrategias que puedan favorecer la participación de los jóvenes en convocatorias del ámbito cinegético. También desde la delegación ourensana se ha cuidado la participación en estas asociaciones, aunque los federados menores de 31 años son minoría por el momento, una situación que confían en variar en los próximos meses con diversas actuaciones en ese sentido.