Cuando se va a cumplir un mes del incendio forestal que arrasó el pasado día 10 de septiembre entre 12 y 15 hectáreas de monte en Domaio, en la cima de Montecarrasco, nada ha trascendido todavía sobre las causas de aquel fuego. Se declaró en la noche del viernes al sábado, con cuatro focos, por lo que todo apuntaba a que fuera provocado y en su extinción trabajaron ocho brigadas y siete motobombas que estuvieron en el monte hasta las nueve de la mañana. El fuego se declaró en una zona que una semana antes se había vedado a la caza dentro del proceso de segregación que propiciaron cazadores de Moaña para separarse del Tecor de Marín y constituir el suyo propio.
Aquella situación dejó en el punto de mira al Tecor de Caza de Marín, sobre todo después de que la Sociedad de Cazadores de Moaña hubiera solicitado, ante la sospechade que los de Marín querían seguir haciendo uso de los montes de Moaña, la veda del territorio hasta que ellos contaran con el permisos para cazar. Una semana antes del incendio estaban colocados los carteles de veda.
El presidente del tecor Marín, Diego Romero señala que ellos no quieren seguir usando los montes de Moaña para la caza y que puede demostrar que fueron ellos antes los que empezaron el procedimiento de vedado de los montes de Moaña, que abarcan 1.491 hectáreas "cuando aún nos pertenecía el derecho cinegético". Añade que fue "con afán de ayudarles y no de interferir en el proceso de segregación" por lo que dice que todo esto tiene que demostrar que "nosotros no queremos enfrentamientos ni rencores con nuestros vecinos". Romero añade que ya está bien de qeu la Sociead de Moaña calumnie al tecor y socios de Marín y que "nos dejen disfrutar del deporte que más nos gusta y nos dejen tranquilos".