En la rueda de prensa celebrada ayer en la sede de la Federación Gallega de esta disciplina, presidida por el máximo responsable federativo, José María Gómez Cortón, el director de Conservación de la Naturaleza, José Benito Reza, y los delegados provinciales, se analizó la nueva temporada cinegética que comienza este domingo.
Como novedad más importante destaca una iniciativa pionera llamada Compartir caza, que se trata de un acuerdo "solidario" con la mayoría de los tecores para que faciliten que puedan cazar, mediante permisos pagados, aficionados de otros lugares para que, de este modo, conozcan otras zonas, posibilitando así una vieja demanda del colectivo de cazadores, especialmente de los más desfavorecidos, que no tienen terrenos para ejercer esta actividad deportiva, y al mismo tiempo acercar a las zonas rurales una nueva fuente de recursos económicos. En la página web de la federación se informa con detalle de esta iniciativa.
Por su parte, el director de Medio Ambiente, comentó que se puso en marcha este año para informar, mediante un mapa de los terrenos cinegéticos, tanto de tecores como de zonas libres. Este programa, llamado Diana, recogerá en un mapa, que pretende ser un punto de referencia para el sector de la caza en Galicia, con todas la zonas cazables y, también, las especies que se pueden abatir en cada territorio. Otra vieja reivindicación de los cazadores gallegos que seguramente será bien acogida por el colectivo. Se comentó asimismo el cambio importante que están sufriendo las modalidades de caza, motivado por la pérdida de cultivos que está afectando muy negativamente a la caza menor, en clara decadencia, y que, sin embargo, este cambio de nuestros montes, con más arbolado y maleza, favoreció las especies de caza mayor, en clara expansión. Así en Lugo tenemos alguno de los tecores con el índice más alto de corzo de toda España. Puntualizó seguidamente el presidente de la federación el efecto beneficioso de la caza en especies como el jabalí, para controlar su población por los daños considerables que ocasionan en los sembrados.
Un máximo de un año
Se abarcaron también otros temas, como la veda, durante tres años, de zonas quemadas, donde la postura federativa es que la prohibición sea de un año, salvo en aquellos lugares donde el habitat no se recupere.
A la pregunta por los accidentes mortales de los últimos años, se aseguró que se está informando a todos los cazadores de que se extremen todas las medias, que la seguridad empieza por uno mismo y depende en gran medida de las precauciones que ellos tomen. Recordando que el cambio que se esta dando hacia la caza mayor, donde se utilizan balas en vez de perdigones, exigen guardar al máximo todas las normas de seguridad para evitar estos mortales siniestros. No obstante, concluyó Gómez Cortón, teniendo en cuenta los 60.000 aficionados y todas las jornadas hábiles, el porcentaje de accidentes es mínimo, aunque siempre muy llamativo.
Por lo que respecta a cómo se presenta la temporada, se incidió en un incremento considerable de las especies de caza mayor: jabalí y corzo y una tendencia a la baja de la perdiz, conejo y liebre, aunque la distribución de la caza menor es muy desigual por zonas.
