Los ganaderos comienzan ya a atestiguar los ataques de las piaras de jabalí en sus cultivos. Pese a que otros años estas incursiones aguardaban a que las cosechas estuvieran ya avanzadas y en época de recolecta, sobre todo en el caso del maíz, alertan de que esta campaña los daños se han incrementado y adelantado. Así lo revelaban ya en días pasados y ante esta situación plantean abordar el problema desde un frente común en el que también se incluyan los cazadores.
Por este motivo, el concejal de Agricultura e Gandeiría de Lalín, José Manuel Hermida, convoca una reunión este viernes para abordar esta problemática. Un encuentro en el que también participarán el sindicato Unións Agrarias y la Sociedad de Caza de Lalín. El sindicato ya mantuvo a principio un encuentro con los responsables del colectivo para contemplar medidas conjuntas, como detallaba ayer el responsable comarcal del mismo, Román Santalla. Alertan incluso de que esta población se haya incrementado en los últimos años y contemplan que se autoricen batidas especiales sin esperar a finales del verano por los daños.
Desde el sindicato agrario detallan que atestiguan daños sobre todo en Vila de Cruces y en la zona de Lalín en el límite con Agolada. Puntos de especial incidencia de la fauna son tanto Dozón como Rodeiro. Mientras, en Silleda los daños se localizan en las zonas más próximos a los vedados de caza.
Precisamente en el caso de Silleda, la Sociedad de Caza contemplaba un proyecto pionero para intentar paliar los ataques de los animales a los cultivos. Su propuesta pasaba por aportar alimento, en momentos puntuales y en una docena de puntos fijos, para los animales. Una iniciativa que buscaba reducir las incursiones a los cultivos. Esta propuesta contaba con la colaboración de las dos cooperativas que operan en la zona, ICOS y Cobideza, que tal y como explica el presidente del colectivo de caza, Jesús Caramés, ya se habían comprometido a aportar el maíz para realizar esta alimentación.
La Sociedad de Caza trasladó esta propuesta a la Xunta para lograr su autorización. Si bien, la Consellería de Medio Rural rechazó la iniciativa alegando que este aporte de alimento puntual lejos de reducir los ataques generarían un incremento del número de animales que llevaría parejo también el incremento de las incursiones. Pese a esta negativa, desde la sociedad de caza incidieron en que podría llevarse a cabo este aporte de forma experimental durante un año para comprobar los efectos que podría acarrear antes de llevarlo a la práctica en otras zonas. Pero por el momento, la Xunta ha rechazado estas opciones por lo que se descarta llevarlo a cabo esta campaña. "Los ganaderos tenemos un adversario muy inteligente que es jabalí y un enemigo muy duro en la Xunta que no está dispuesto a aceptar ninguna alternativa para evitar los daños y las pérdidas", sentencia Santalla ante esta negativa de la consellería.