Los continuos ataques de lobos a explotaciones de la comarca provocan la desesperación de los ganaderos que se encuentran con un goteo constante de pérdidas. En los últimos meses se ha constatado, por parte tanto de afectados, como desde organizaciones agrarias e incluso personal especializado en evaluar los ataques de estos animales, la presencia de varias manadas de cánidos en los montes de Lalín y Vila de Cruces. Así son cada vez más frecuentes los testimonios de avistamientos de manadas de lobos incluso a plena luz del día. Ya no solo los ganaderos se encuentran con estos animales. En días pasados un vecino de Silleda avistaba de camino a su trabajo una manada de seis ejemplares entre los montes de Trasdeza y Vila de Cruces.
Precisamente en un territorio limítrofe de ambos municipios, en los montes de Fornelos, en la parroquia cruceña de Toiriz, se constató hace dos noches un nuevo ataque del lobo a una explotación ganadera de carne. Su propietario Alejandro López explicaba que en esta incursión los lobos mataron un ternero de tres meses "que ya se defendía". Además, el animal permanecía en una finca cerrada con malla y en la que se encontraban otras 61 vacas y un buey. Es el sexto ataque que sufre este ganadero desde el pasado mes de septiembre y en los que también se han cobrado ya dos mastines. "Los otros terneros contaban pocos días y ya no quisimos ni denunciarlos por desidia después de que ya sufriéramos más daños y no llegaramos a cobrar nada" apuntaba. En su caso, las pérdidas por las incursiones no solo se centran en los terneros que han dejado muertos sino en el estrés que ocasionan al resto de la cabaña que les acarrea abortos.
"No buscamos que se exterminen los lobos pero tenemos que convivir todos y es necesario que los controlen". Al igual que otros ganaderos de la zona que han sufrido ataques en los últimos meses reprochan la gestión actual y la falta de control de la población del lobo. "Al final lo que están consiguiendo es que cada vez se le coja más odio al lobo por no saber manejar esta situación", opinaba el ganadero afectado.
Desde el sindicato Unións Agrarias denuncian la presencia de manadas de lobos que diezman cada vez más las explotaciones. Desvelan incluso amenazas a los ganaderos por denunciar los ataques y responsabilizan a la Xunta por la falta de control de esta población. Unións exige que se pague el precio real de las pérdidas, se ejerza un control sobre la población y se les alimente para evitar más ataques.