Los ataques de jabalíes no cesan. Recién iniciado el otoño, con la cosecha de maíz en las últimas semanas, las incursiones de estos animales parecen más intensas que en años pasados o cuando menos, según impresiones de ganaderos afectados, igual de fuertes. El crecimiento del cereal paree un poco atrasado este año; pero la amenaza de los jabalíes tampoco permite adelantar la recogida, ya que resulta necesario dejar que se desarrolle hasta el final para que consiga todas sus propiedades.
En Seixas
«Este ano fai máis dano». Carlos Pena, ganadero de Seixas (Cospeito), ha sufrido varios ataques en fincas suyas. En días pasados vio cómo los jabalíes dañaban varias fincas, de unos 3.000 metros cuadrados de extensión. Las incursiones parecen más frecuentes y más fuertes este año: «Ten feito dano, pero este ano, máis», dice. La cosecha iba un poco atrasada por la falta de lluvias de meses pasados, se había recuperado y amenaza con quedar dañada. «Agora mesmo, aquí está atacando máis ca noutros sitios», dice este ganadero, que otros años también comprobó cómo los jabalíes se lanzaban a fincas de patatas. Ese peligro está conjurado este año, ya que la cosecha está recogida.
En Ladra
«Anda por moitas fincas». Dionisio Vilasuso, ganadero de Ladra (Vilalba), asegura que el jabalí merodea por varias zonas: «Andan por moitas fincas», dice. Pese a todo opina que los daños, aunque frecuentes, son más o menos los mismos que otros años. Asegura que las próximas semanas serán importantes, pues al maíz, por lo menos en esa zona del municipio vilalbés, aún le quedan varias semanas antes de ser recogido.
En Lanzós
«É todos os anos igual». Antonio Cortiñas, ganadero de Lanzós (Vilalba), considera que los daños son importantes, pero sin la situación suponga una novedad. «É todos os anos igual; é como o ano pasado», afirma. En su caso, agrega, aún no están cuantificados todos los daños; sin embargo, teme que varias hectáreas -tiene unas 50 con maíz sembrado- ?hayan quedado destrozadas.
Lugares
Daños cerca de pistas. Los jabalíes no solo andan por zonas de monte sino también por cerca de pistas y de casas. Algún ganadero -así se expresa, por ejemplo, Antonio Cortiñas- incluso duda de la eficacia de las batidas porque, dice, en cada salida se matan varias piezas sin que llegue a diezmarse de manera estimable el número de animales.