La temporada de caza para los cuarenta y siete mil aficionados gallegos se inicia mañana y finalizará el 6 de enero. Entre las novedades más destacables de esta primera temporada tras la entrada en vigor de la nueva ley que regula esta práctica deportiva, figuran la obligatoriedad de llevar ropa de alta visibilidad en las batidas o monterías; se fija también que la distancia máxima a que puede estar un cazador menor que cace con armas respecto a la persona mayor de edad encargada de su vigilancia sea de 50 metros y se regula el peso y diámetro de los proyectiles en los cartuchos denominados doble cero, habitualmente utilizados en la caza del zorro.
Una actividad cinegética venida a menos con una caída de diez mil licencias en los últimos diez años y con un claro cambio de estilo en su forma tradicional, que en nuestra comunidad fue siempre marcado por la caza menor, modalidad preferente para una mayoría de cazadores que ahora se ven obligados a cambiar el chip hacia las especies mayores o desplazarse a otras comunidades.