Los temores se cumplieron y la primera jornada de la temporada de caza empezó regular, o mal, en los tecores de la comarca, a la vista de los balances realizados por los representantes de varias sociedades. Eso, con carácter general, porque los resultados varían incluso en la misma zona, según la suerte, la experiencia o el trabajo de siembra durante el verano, y además, según la especie a abatir. En este sentido, el conejo, que es -con permiso de los aficionados a la pluma- el objetivo rey, es el gran ausente. La enfermedad vírica ha acabado con buena parte de la colonia. Capturas hubo, pero muchas menos que otros años cuando arranca la caza, que es cuando más debe haber. «Polo menos saímos a entreternos cos cans», apuntaba Lito Vázquez, de la Venatoria. «Y para entrenar con ellos», añadí Pedro Nieto, de Zas, quien matiza que la mortandad ha sido alta en zonas sin tratamiento de biotopos, pero los resultados son buenos donde sí se ha cuidado las vacunaciones. Rogelio Pereira, de Malpica, resumía la situación: «Non hai nada». En su tecor habrá que esperar a la semana que viene para poner las aves en la mirilla. En Cee, Balbino Paz explicaba que ayer les fue «bastante mal», y que apenas se ven conejos. «Un desastre». En Vimianzo pararon de cazar a las 14.00 horas. «Regular, como o ano pasado. Algo de conexo houbo, pero baixou», resumía Manuel Blanco. A esa misma hora pararon en Muxía. «Nada de nada», de nuevo un balance negativo en palabras del responsable de la sociedad local, Antonio Devesa. Incluso para el rastro no fue una buena jornada, por el calor. Para los que perseguían perdices o faisanes, la jornada fue algo mejor, sobre todo donde el maíz ya está ensilado. En otras zonas, la complicación aumenta. «Polo menos así aínda queda caza para outros días», afirmaba Vázquez, que algo sacó de su visita mañanera a Corme.