La temporada de caza menor comenz� ayer en toda Galicia con un balance en la provincia de Pontevedra que varias voces autorizadas califican de discreto o directamente negativo. Las enfermedades han mermado el n�mero de la presa estrella, el conejo, afectado por la mixomatosis y la hemorragia v�rica.
El presidente de la sociedad de caza de Armenteira, Juan Jos� Mill�n, certifica que el comienzo de esta temporada ha sido "m�s flojo" que otros a�os. Un compa�ero suyo de sociedad, Manuel Carro, echa la culpa a la enfermedad v�rica. "Ha habido mucha mortandad de julio y agosto hasta ahora", declara. Manuel Mart�nez, presidente del tecor de Portas, hac�a un balance agridulce: "En la primera jornada es normal que haya una mayor densidad de conejos, pero me temo que en tres o cuatro d�as se acaben". Yago Abal, del tecor de Barro, coincide en los efectos de la enfermedad. "El calor del pasado verano favoreci� la peste". Adem�s, en los puntos afectados por el fuego ha sido necesario instalar carteles para recordar que en ellos est� prohibida la caza.
Tambi�n un gran n�mero de cazadores de Deza y Tabeir�s-Terra de Montes regresaron a casa con las manos vac�as.Los tecores est�n "plagados de conejos muertos", apuntaba uno. "Se confirma que la temporada va a ser mala", sostiene Jes�s P�rez Caram�s, el presidente de la Sociedade de Caza e Pesca de Silleda. "Casi se deber�a de dejar de ir con la escopeta", opina Miguel Rodr�guez, tirador en Lal�n, respecto a la escasa fauna. Este aficionado apuesta por la uni�n de los tecores "para poder sobrevivir" econ�micamente.
La escasez de piezas hace que algunos colectivos se planteen la posibilidad de adelantar el cierre de la temporada. El de Forcarei, por ejemplo, lo har� para la caza de la liebre, que quedar� prohibida a partir del 17 de noviembre, catorce d�as antes de lo estipulado.
Existen algunas zonas que se han salvado de la epidemia. En los municipios de O Morrazo, la medida de repoblar con conejos vacunados parece que s� ha dado un buen resultado. "Podemos decir que el primer fin de semana ha resultado bastante bien", explica el cazador Santiago Pi�eiro.
Alguno de los consultados deja entrever que detr�s de la escasez de presas est� la proliferaci�n de sueltas realizadas con especies for�neas que perjudican el desarrollo de las piezas aut�ctonas. En A Estrada, por ejemplo, no ha sobrevivido la veintena de faisanes soltados �ltimamente.
"Como la Administraci�n no vele un poco por nosotros, vamos muy mal", sostiene el presidente de la Sociedade Deportiva R�o Ulla, Miguel de la Calle. "Es justo que se recaude, pero lo que se consiga debe revertir en la caza", comenta, visiblemente preocupado por el futuro econ�mico y cineg�tico de los tecores. Conf�a en que la nueva Lei de Caza de Galicia cambie la situaci�n y permita a las asociaciones no tener que soportar tantas cargas econ�micas -como las derivadas de los seguros por accidentes con jabal�- y as� poder invertir el dinero de sus socios en pol�ticas de repoblaci�n y cuidado del monte.
Ante la ausencia de conejos en la mayor�a de los tecores, otras especies adquirieron protagonismo. La perdiz junto con la torcaz semejan ser la salvaci�n de la temporada. "Hay algunas perdices y dan algo de juego", apunta un vecino de Vilatuxe.
La poca fauna de caza menor existente contrasta con la abundante presencia de jabal�es, corzos y zorros, en l�neas generales, en todos los montes. Un ejemplo es el del tecor forcaricense. Cuenta su presidente, Jos� Gonz�lez, que han dado muerte ya a m�s de treinta cerdos salvajes, a casi cuarenta zorros y que la poblaci�n de corzos es tambi�n significativa. Precisamente, la caza de jabal� est� suponiendo para una gran parte de los tecores -sobre todo los m�s peque�os- una inyecci�n econ�mica al vender su cupo a otros cazadores. |