Una granja de Langueirón, en Ponteceso, fue atacada entre la noche del lunes y la madrugada de ayer por lobos y jabalíes, seguramente no de forma simultánea. Los cánidos atacaron una vaca preñada que tuvo que ser sacrificada a causa de las heridas que sufrió y los cerdos salvajes dañaron el silo de maíz, aunque el alcance de las pérdida se conocerá en los próximos días.
El propietario de la explotación, Óscar Pose, explicó que el cercado, un pastor electrificado, en el que se encontraba la res atacada está a apenas cinco metros de la vivienda y reconoce que sobre las cuatro de la madrugada oyeron ladrar al mastín que dejan suelto cerca del ganado después del último ataque de los lobos. Sin embargo, no fue hasta por la mañana cuando se dio cuenta de las heridas que había sufrido la res. Junto a ella había otras vacas preñadas o secas, que el granjero deja en el exterior para que estén más cómodas. El ganadero señaló además que la zona del cierre está iluminada por una farola, por lo que se mostró sorprendido por el ataque, aunque este tipo de hechos no son raros en Langueirón. Otra granja cercana ha perdido en los últimos años varias becerras.
La vaca herida permaneció toda la mañana en la granja. Acudieron a ver su estado un agente de Medio Ambiente y el perito del seguro, además del veterinario que se encargó de su sacrificio. |