El PP se empeñó ayer en tranquilizar a los cazadores. Aunque por segundo día el Ministerio de Medio Ambiente se negó a comentar el informe del Ministerio de Sanidad que alerta sobre el riesgo de la carne de caza, la Federación Española de Caza afirmó que el partido del Gobierno le transmitió que no se prohibirá ni se obligará a sustituir la munición de plomo. Ese cambio era una de las recomendaciones del comité científico de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), que también pidió a embarazadas y menores de seis años que no coman carne de caza por el alto contenido en plomo.
El presidente de la Real Federación Española de Caza, Andrés Gutiérrez Lara, sonaba ayer más tranquilo que la víspera, cuando conoció por este diario el informe de Sanidad. “El PP nos ha dicho que no nos preocupemos, que no van a hacer nada y que no saben de dónde ha salido el informe”, explicó. Gutiérrez avisó además de que es imposible, como pide Sanidad, cambiar la munición de plomo. “Las alternativas de tungsteno o bismuto son carísimas y habría que cambiar millones de escopetas”. Gutiérrez Lara advirtió de que cualquier obligación de sustituir el plomo por el acero “llevaría a los cazadores de nuevo a la calle”. En 2008, poco antes de las generales, decenas de miles de cazadores se manifestaron en Madrid a las puertas del Ministerio de Medio Ambiente contra la Ley de Patrimonio Natural, que intentó limitar la caza con plomo. El sector lleva años experimentando en busca de sustitutos del plomo.
El PP mantiene una estrecha relación con los cazadores y hace unas semanas presentó una proposición no de ley en la que que instaba al Gobierno a tomar medidas de “impulso y fomento” del sector cinegético para contribuir al desarrollo económico del medio rural. Además, Medio Ambiente ya ha anunciado que cederá a una de sus reivindicaciones tradicionales: autorizar la caza en parques nacionales.
La Asociación Interprofesional de la Carne de Caza anunció que pondrá en marcha una campaña para promocionar el consumo de la carne de caza parte de la dieta mediterránea.
Pese a que la alerta sanitaria le afecta por las competencias en Alimentación y Medio Ambiente, el departamento que dirige Miguel Arias Cañete se negó a comentar el informe de Sanidad, del que tampoco informó el ministerio de Ana Mato, que se limitó a subirlo a la web de la AESAN.
En España se disparan al año unos 200 millones de cartuchos, lo que supone 6.000 toneladas de plomo, según la Fundación Gypaetus, que trabaja con quebrantahuesos. Actualmente buena parte de los cartuchos se fabrican a partir de viejas baterías de coche, que se recogen precisamente para que el plomo no contamine el medio ambiente.
Miguel Ángel Hernández, responsable de conservación de Ecologistas en Acción, consideró que los cazadores se quedan sin argumentos: “Decían que era imposible cazar con otros cartuchos porque no había. Ahora que sí los hay dicen que son caros. Cuando se negoció la Ley de Patrimonio [de 2007] se habló de prohibir el plomo, pero el lobbycinegético movió sus hilos y se quedó en la prohibición solo en humedales”. Hernández añadió: "O los cazadores cambian o se arriesgan a que su carne no tenga salida". Y concluyó: "Espero que el ministerio aborde el tema en esa batería de reformas legales con la que nos asusta".
En España está prohibido cazar con plomo en humedales protegidos desde 2001, pero ya ha habido problemas por caza mayor y ahora sube un peldaño al convertirse en un tema de salud pública. Jesús Charco, de la Fundación Gypaetus, explicó que en 2008 en Cazorla se murieron dos quebrantahuesos (especie amenazada) envenenados por plomo: “En alta montaña es frecuente que los cazadores se lleven el trofeo y dejen la pieza. Eso le viene muy bien al quebrantahuesos pero si se ha cazado con plomo se puede convertir en una trampa mortal”. |