La edad mínima para obtener un permiso de caza -aunque sin armas- se rebaja en dos años, hasta los 14, y se autorizarán batidas fuera de temporada. Son las fórmulas que introducirá la Consellería de Medio Rural en la reforma de la ley de caza para asegurar el "relevo generacional" de esta actividad y "prevenir daños" en las cosechas. La Xunta tendrá en sus manos abrir periodos de caza en momentos que habitualmente no están autorizados si considera que, por el historial de la zona, pueden peligrar las cosechas de los agricultores, el medio natural u otros animales. La norma actual solo permite batidas en épocas de veda si se han registrado daños. El titular del departamento, Samuel Juárez, puntualizó que aunque se flexibilicen los periodos hábiles y la gestión de los vedados, la Administración "no puede hacer lo que quiera porque tiene que respetar las normativas europeas y tener en cuenta otras especies que pueden verse afectadas". A estas decisiones de la Xunta escapará la población de lobo, una especia de interés comunitario que se puede cazar, pero cuyo control se rige por un plan de gestión específico.
La caza del jabalí, ejemplificó Juárez, se autoriza actualmente también fuera de temporada, pero en los meses de primavera no se permiten las batidas con perros -que pueden dañar a las crías- y sí las esperas. La consellería está elaborando un mapa de las zonas donde cada año los daños son recurrentes. En esas áreas no será necesario justificar pérdidas para solicitar un permiso de batida fuera de temporada. Con la nueva norma, que modifica la de 1997, se podrá cazar también en zonas en las que hasta ahora estaba totalmente prohibido, como las áreas de reserva de los cotos de caza que se dedican a la reproducción y cría de especies cinegéticas. Estos vedados "se convertían en verdaderas reservas para los depredadores", justifica Medio Rural. Esta decisión, que el departamento ya autorizó en verano, desató las iras de los ecologistas, que la consideraron altamente nociva para la fauna y que solo busca atender de forma "servil y sumisa a los caprichos de un colectivo tan depredador y letal como el de la caza".
La "tendencia a la baja" de las licencias que se expiden cada año -53.000 en el pasado ejercicio- y el progresivo envejecimiento de los cazadores -el 60% tiene más de 40 años- son los motivos que esgrime Medio Rural para rebajar de 16 a 14 años la edad mínima a la que se autoriza participar en una batida. Eso sí, los jóvenes no podrán portar armas hasta los 16, deberán limitar su participación a labores como la guía de los animales y tendrán que estar acompañados de un adulto. Todo para "fomentar el relevo generacional y la afición" de una actividad que "es la única que permite el control de algunas especies", en palabras de Juárez. "La caza tiene defensores y detractores, pero en este momento es una actividad necesaria para el medio rural de Galicia, no sería bueno que desapareciese", insitió. La asociación ecologista Amigos da Terra calificó esa rebaja de la edad de "grave síntoma de enfermedad social e institucional". Los ecologistas censuran que la Xunta considere "suficientemente sensatos" a los adolescentes de 14 años para salir de caza cuando "no se les reconoce sentidiño para votar en unas elecciones y ni siquiera para conducir un coche". Amigos da Terra critica también que Medio Rural "apueste por una política cinegética modelo far west", sustentada en "el principio de disparar primero e investigar después", en referencia a las batidas preventivas.
La norma introducirá también la creación de un fondo de corresponsabilidad que se nutrirá de las tasas de cotos y licencias de caza y que tendrá como fin pagar actuaciones que palien los daños de las especies. |