El aumento de la población animal, la alta densidad de las carreteras y el aumento del volumen del tráfico ha llevado a un grupo de investigadores AF4 de la Escuela de Ingeniería Forestal del campus de Pontevedra a diseñar una aplicación de móvil para evitar, o al menos reducir, los accidentes de tráfico causados por animales salvajes, como los corzos o jabalíes.
Solo en Galicia se registraron más de seis mil siniestros de estas características entre los años 2006 y 2010. «Hay un problema grande de compatibilización entre el desarrollo humano y la fauna», señala Laura Lagos, responsable de la investigación tecnológica, que arrancó hace tres años.
Con estas investigaciones se intenta entender el patrón temporal y espacial de los animales y el riesgo de accidentes. Pero, ¿cómo funcionaría el dispositivo? La aplicación marcaría la posición del vehículo y avisaría al conductor cuando está atravesando un tramo con incidencia alta de accidentes. «Es un reto tecnológico importante porque hacer un mapa es fácil, pero pasarlo a un dispositivo móvil es un reto», indica Lagos, que asegura que el norte de A Coruña y de Lugo son las zonas de mayor siniestralidad, aunque los últimos estudios constatan que la zona de Deza, Mondariz o Ponteareas son áreas de especial incidencia. En estos espacios coinciden una alta densidad de fauna silvestre y una red viaria con demasiada afluencia de tráfico.
Laura Lago dice que además de recurrir a las nuevas tecnologías, proponen el empleo de señales luminosas que se activen en momentos del día con mayor índice de peligrosidad y la construcción de pasos de fauna en carreteras, que puedan contribuir a reducir la siniestralidad en las zonas afectadas. «A las normas de señalización tradicionales, la gente está acostumbrada a no hacerles ni caso», afirma.
El grupo de Laura Lagos estudia también el comportamiento animal. Sus investigaciones confirman que en el caso de los jabalíes el mayor índice de siniestralidad se produce al anochecer, mientras que los que tienen un corzo implicado suelen ser a primera hora, con algún pico ocasional de noche. En esta especie han constatado un incremento de accidentes entre abril y mayo, mientras que la temporada de caza del jabalí dispara los siniestros de noviembre a diciembre. «El fin de semana hay más accidentes, como consecuencia de que hay un tráfico nocturno más intenso», dice Lagos. El equipo espera que este año puedan empezar a crear la aplicación, con la ayuda de la Escuela de Ingeniería de Telecomunicaciones de Vigo. |