«Hoy por hoy, es el problema más grande que tienen las sociedades de caza». Cada vez son más los que comparten el temor del presidente de la Federación Galega de Caza, Javier Nogueira, de que los daños que los jabalíes provocan en cultivos y accidentes de tráfico pueden conllevar, a la larga, la desaparición de alguno de los 73 tecores de Pontevedra.
En la actualidad, se está condenando a las aseguradoras a abonar los desperfectos que los animales ocasionan a raíz de siniestros de tráfico. Otro tanto ocurre cuando los daños tienen lugar en zonas agrícolas con el agravante de que, en estos supuestos, no hay póliza que respalde a los tecores.
«Nos empluman por todos os lados». De una manera contundente, José Ramón Blanco, de Verdeseixo (Ponte Caldelas), expresa el sentir de todo el sector: «Que teñamos o tecor non quere dicir que sexamos responsables dos danos. O xabarín é un animal errante. Pode pasar polo noso tecor como puido atravesar outras propiedades».
Añadió que «como isto non cambie, a ver que imos facer. Ou desfacela ou apretar máis o peto».
Más pragmático se mostró Manuel Martínez Casal, presidente de la Sociedade de Caza e Pesca de Portas, para quien el tema de los accidentes de tráfico «non é o que me quita o sono». Precisó que «mentres [as aseguradoras] nos queiran tampouco hai tanto problema. O problema virá cando non nos queiran».
Eso sí, cada accidente provocado por un jabalí incrementa considerablemente la prima del seguro del colectivo afectado. Esto explica que algunas de estas pólizas puedan superar los tres mil euros anuales.
Lo que realmente no le deja dormir son los destrozos agrícolas. La ausencia de un seguro que los cubra conlleva que, en caso de condena, lo que se ponga en juego sea el patrimonio de la sociedad: «No momento en que os agricultores empecen a reclamar por vía xudicial imos ter que pagar, pura e duramente, con cartos da sociedade». Tal vez por ello no resulta nada desdeñable la idea de que abandonen la gestión cinegética del tecor en favor de la Xunta.
Reforma legislativa urgente
Frente a esta «situación delicada», tanto el presidente de la Federación Galega de Caza como su homólogo de Pontevedra instaron a un cambio legislativo urgente. Este último, Juan Alonso Pérez, dejó claro que «no somos los culpables de los daños, sino que hacemos todo lo contrario, los mitigamos. Si el jabalí no se cazara, se multiplicarían y cada vez los destrozos serían muy superiores».
Por su parte, Javier Nogueira lamentó que una propuesta de modificación normativa ya fuese tumbada por el Parlamento. No obstante, se mostró esperanzado ante la existencia de un acuerdo interregional por el que las comunidades autónomas y sus representantes acordaron reformar la ley en el sentido de que «los tecores solo sean responsables en la acción directa de cazar».