La mayoría, 2.715, cuentan con permiso del tipo E, es decir, el que permite utilizar escopetas o rifles que normalmente se utilizan en la caza menor, y otros 689 vecinos cuentan con la autorización para manejar aquellas con las que se practica la caza mayor.
El disfrute de la actividad cinegética es el motivo mayoritario en la Costa para querer hacerse con una de estas autorizaciones, pero otros mariñanos, como los 110 asociados al único club de tiro de la comarca, el Costa Lucense de Xove, obtuvieron los permisos para poder practicar esta afición. No en balde, hoy por hoy, hay 99 licencias en la comarca para socios de federaciones deportivas de esta modalidad.
Como señala el presidente del club xovense, Carlos Bermúdez, que es además entrenador nacional de tiro olímpico, «de lo que realmente hay que preocuparse es de las armas que están sin documentar, que son con las que se suelen cometer delitos» y es que el hecho de tener un arma está sujeto a multitud de reglas.
Normativa
La expedición de la licencia, que se tramita en la Intervención de Armas de la Guardia Civil correspondiente al domicilio del interesado, obliga a presentar un certificado de antecedentes penales, otro de aptitudes psicofísicas y el del pago que requieren los distintos tipos de permiso.
Si se practica la caza también se exige un documento que lo acredite, así como el aval de haber superado las pruebas para obtener un permiso principalmente para las escopetas de caza. También se exige la acreditación que justifique por qué se necesita una pistola o un revólver, la autorización paterna en caso necesario y la tarjeta de identidad profesional para las armas de tipo C, es decir, para las de los vigilantes o para las de tipo A, que utilizan los cuerpos de seguridad. Estos son sólo algunos de los múltiples requisitos que reclama la administración.
La normativa obliga también a «cuidar cómo se transporta el arma, que debe ir descargada desde la casa al campo de tiro o a tenerla en una caja fuerte con seguridad 3 o en un armero sellado para evitar intrusiones de ningún tipo», como señala Bermúdez, que indica también que en el club xovense «nunca hubo ningún accidente, todo se cuida mucho. Sólo se cargan las armas allí, donde también se vende munición, cuyo uso queda registrado en un libro, que repasa a su vez Inspección de Armas. Cada persona que tiene una licencia dispone además de un límite de munición al año, todo está muy vigilado».
Su club «está asegurado, la munición está en un búnker del que se encarga una empresa de seguridad, que escanea las alarmas las 24 horas del día» y todos los tiradores cuentan al menos con «un seguro individual y con el de la federación gallega de tiro olímpico». En resumen, tener un arma para practicar el tiro en un club como el de Xove requiere de una serie de desembolsos, ya que al pago de las cuotas del seguro, hay que añadir las de los 100 euros al año que supone utilizar las instalaciones de la entidad, además de los al menos 500 euros como mínimo que puede costar adquirir una pistola.
Los costes no impiden que 99 mariñanos dispongan de una licencia para socios de federaciones deportivas, los cuales pueden estar en posesión de hasta diez armas de concurso.
Deshacerse de un arma es, si cabe, más laborioso que obtenerla: «si está en uso, se lleva a la subasta anual de la Comandancia de la Guardia Civil y si no, se inutiliza, para lo que hay que perforarla, aunque con la nueva ley que se va a aprobar, acabará siendo chatarra».
Históricas
El presidente de Costa Lucense colecciona piezas históricas, cuyo coste «puede rondar los 6.000 euros o más». De hecho él custodia en su casa un fusil de mecha de 1780 de la marca Tanegashima. El club también celebra campeonatos frecuentes con armas antiguas, como los fusiles Betterley. Son 25 los mariñanos con licencia para este tipo de armamento.
CASOS ESPECIALES
Hay 31 permisos de carácter restrictivo para «altos cargos». En A Mariña, hay 31 licencias de tipo B, es decir, las expedidas con carácter restrictivo, normalmente a altos cargos o a personas con un riesgo especial, para su defensa personal, como algunos joyeros. Suelen corresponderse con pistolas y revólveres y su obtención requiere de un mayor desembolso. Para vigilantes de seguridad hay 79 licencias y para utilizar las carabinas de aire comprimido existen
338 autorizaciones. Aparte, tan sólo nueve personas pueden llevar sus armas en viajes por Europa. |