> La demanda y el interés de los aficionados obligó a la entidad a organizar las clases
La Federación Galega de Caza organizó en abril cursos de iniciación para jueces debido a «la creciente demanda y el interés despertado en varios aficionados por convertirse en jueces así como por el aumento de participación y el número de pruebas que se disputan cada año, que hace insuficiente el plantel de jueces con los que cuenta la federación», según un comunicado emitido por la entidad. Se distribuyeron en los días 5, 12 y 19 de abril.
El primero de ellos fue el curso para aspirantes a árbitros de recorridos de caza y Cómpak Spórting. Siete alumnos acudieron al mismo y actuarán como auxiliares durante un año desde que realicen el examen que les acredite su nueva función.
Una semana después, el 12 de abril, se impartió un curso dirigido a las damas que participan en las modalidades deportivas de San Huberto, Recorridos de Caza y Cómpak Spórting. El curso fue impartido por Moisés Balboa y el director del mismo, José Antonio Pena, aseguró que «debía haberse realizado hace mucho tiempo». «Alguna de las participantes ya lleva mucho tiempo compitiendo y los vicios adquiridos son bastante notables, así que ahora cuesta más corregirlos», aseguró.
El mismo día, se celebró el curso de jueces de San Huberto y Perros de Muestra. Además del reglamento que rige en cada disciplina, también se explicaron los estándares de las diferentes razas de perros utilizados en cada una de las modalidades y el reglamento de las disciplinas de perros de muestra. Dieciséis aspirantes acudieron a la cita, en la que también se realizó una demostración práctica en uno terrenos próximos al río Sar, en Santiago.
El último curso impartido en abril se destinó a los aspirantes para jueces de las disciplinas de rastro de conejo y jabalí con perro atraillado. Cuarenta alumnos presenciaron las clases impartidas por expertos cazadores gallegos en rastro de conejo y jabalí. El contenido del curso abarcaba desde un comentario sobre la filosofía deportivo-competitiva, social y selectiva de las razas que participan en las pruebas de la modalidad hasta la explicación del reglamento y normativa de las competiciones. Tras una comida de hermandad, las horas restantes se dedicaron a aclarar dudas sobre el estándar morfológico y el trabajo que se puede realizar con las diferentes razas.
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