Revista de Prensa


Los cazadores de Huesca amenazan con un abandono masivo de las sociedades si la DGA no aporta soluciones antes del 25 de marzo.
Cristina Adán · 15/3/2011

Una docena de cotos de caza de la provincia de Huesca se han dado de baja por no poder hacer frente a las continuas indemnizaciones que deben asumir por los accidentes de tráfico que provocan las especies cinegéticas. Esta situación viene derivada de las últimas sentencias que obligan a los titulares de los cotos de caza a efectuar estos pagos.

Según resalta el presidente de la Federación Aragonesa de Caza, Fernando Tello, la situación habría sido de «un abandono masivo» si no se hubiera convocado la reunión del pasado domingo en Huesca. En este encuentro, al que asistieron el 90% de los cerca de 300 cotos que hay en la provincia altoaragonesa, se decidió dar un plazo de quince días (que cumplirá el 25 de marzo) para que el Gobierno de Aragón tome medidas. Los cazadores aseguran que si no reciben soluciones en este plazo, se dejarán la mayor parte de los cotos oscenses.

La federación y el departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón tienen previsto reunirse esta semana para tratar este asunto, aunque ayer todavía no se había concretado una fecha.

Según la Ley de Caza, el Inaga (Instituto Aragonés de Gestión Ambiental) se hace cargo de los daños producidos por un accidente cuando este es consecuencia directa de la acción de la caza. En caso contrario, deben hacerse cargo los cazadores, a través de los seguros de los cotos. La mayoría de estas sociedades cuentan con unos seguros de responsabilidad civil que cubren un máximo de 180.000 euros anuales por coto en el caso de daños materiales y de 150.000 euros anuales por coto para los daños personales.

La legislación también recoge excepciones como que, en caso de falta de diligencia en la conservación del coto, deberá asumir las indemnizaciones el titular de la sociedad. La segunda excepción se da cuando se demuestra que el conductor ha sido el que ha incurrido en una negligencia.

Según informaron fuentes de Medio Ambiente, en los próximos días se reunirán con los cazadores y aseguraron que se harán los encuentros que sean necesarios para intentar llegar a una solución. Se está trabajando en varias líneas: en la ampliación de la cobertura del seguro del Inaga, establecer algún convenio o línea de financiación con la Federación de Caza para poder cubrir los desfases que existan o proponer una modificación de la Ley de Caza, para la que deberán contar con el consenso de todos los grupos políticos.

Para el presidente de la Federación de Caza, las dos primeras propuestas solucionarían el problema «de forma transitoria», aunque insistió en que la solución definitiva pasa por una modificación en la Ley. «Habría que cambiar el artículo 71 para especificar cuándo un coto es diligente y cuándo, por lo contrario, es negligente. Esto ya se ha hecho en comunidades como Navarra».

Entre los cotos que ya han cerrado se encuentran el de Camporrotuno, Escanilla, Lamata, Abizanda y Ligüerre de Cinca. Tello alertó del problema que supondría el abandono masivo de los cotos, ya que recordó que solo en Huesca el pasado año pasaron por el veterinario 20.400 jabalíes (especies que suelen provocar la mayoría de los accidentes de tráfico). «Un año sin cazar haría que la especie se reprodujera muchísimo», añadió Tello.


372 expedientes en 2010


Según los datos facilitados por el Gobierno de Aragón, el Inaga tramitó 372 expedientes el año pasado por accidentes de tráfico provocados por especies cinegéticas. Las indemnizaciones ascendieron a 740.000 euros (las cifras no incluyen los que se tramitan a través del departamento, que fueron una treintena).

La mayoría de los accidentes de vehículos en carretera provocados por especies cinegéticas han sido ocasionados por jabalíes. El año pasado hubo más de 1.000 sucesos por este motivo y la provincia de Huesca es la que más sucesos de este tipo registró (el 44,91% del total).