La octava edición de la Copa de España de caza de zorro, celebrada ayer en Ponte Caldelas y otros municipios limítrofes, terminó con las acusaciones cruzadas de participantes y ecologistas, que intentaron sabotear la prueba persiguiendo a los equipos en su batida por el monte. Así, mientras los activistas denunciaron haber recibido amenazas de muerte, los cazadores se quejaron de sus provocaciones, que terminaron con la agresión a un reportero de televisión. A pesar de los intentos de los ecologistas, los equipos lograron abatir a 37 zorros. Cuatro cayeron del lado de la cuadrilla ganadora, de A Coruña.
Aunque se presentaba como una jornada festiva para los 630 cazadores que participaban en la VIII Copa de España de caza de zorro de Ponte Caldelas, el enfrentamiento con los ecologistas, que trataban de boicotear la prueba, durante su recorrido por el monte se saldó con denuncias de agresión y amenazas a activistas y medios de comunicación.
Los ecologistas rastrearon los cotos –entre Covelo y Forcarei– desde las ocho de la mañana, hora en que comenzaba la prueba, para evitar la captura de los zorros. Pero los primeros en notar la tensión fueron los medios de comunicación que intentaban seguir los pasos de ambos bandos. Mientras unos aseguraron compartir hasta la merienda con los equipos de cazadores, otros solo recibieron amenazas y empujones. El peor parado fue un reportero de televisión, cuya cámara fue arrojada al suelo y recibió varias patadas por parte de un participante.
Visita al centro médico
La jornada terminó antes de lo previsto, y en el centro de salud de Ponte Caldelas para las activistas Audrey García y Montse Martínez, que denunciaron agresiones y amenazas de los cazadores mientras "intentaban evitar la caza pacíficamente", explicó el abogado de la Fundación Equanimal, Daniel Dorado, quien señaló que presentarán las correspondientes denuncias ante el juzgado de guardia.
"Estábamos en la carretera entre A Lama y Antas y nos encontramos con cuatro cazadores, de los que dos se marcharon", explicó Audrey García, que iba acompañada por otras cuatro personas. "Solo los seguimos, ni les hablamos, pero empezaron a insultarnos y uno vino hacia nosotros para intentar cogernos las cámaras".
Según su relato, durante el forcejeo uno de los cazadores amenazó con dar un culatazo a una de las jóvenes. "Tiraron a mi compañera al suelo y me puse delante para protegerla. Decían ´os vamos a pegar unos tiros, no vais a salir vivos de aquí´, nos amenazaron con el ataque de uno de los perros y nos apuntaban con las armas". García acudió al centro de salud con varios rasguños en la cara, consecuencia "de una caída, en la que también me dañé el tobillo", mientras que Martínez deberá acudir al hospital para conocer el alcance de su lesión en la muñeca.
La Guardia Civil, que patrulló por los montes de la zona para tratar de impedir que los incidentes se agravaran, confirmó el altercado con un cámara de televisión, pero dijo no tener constancia, al menos a través de denuncias oficiales, de la agresión comentada por estas dos voluntarias. Tras los hechos, la Fundación Equanimal desconvocó la concentración que se celebraba ante el concello en protesta "por la falta de seguridad para periodistas y activistas", señaló el portavoz del colectivo, que había logrado reunir a unas 60 personas, la misma cifra que consta en los partes de la Guardia Civil. |