La zona afectada es la misma donde se produjo otro envenenamiento en 2009, que afectó a diez perros. El envenenamiento coincide con otro de siete perros en montes de Moaña y se produce pocos días después de que cazadores de A Cañiza denunciasen la muerte de otros veinte, con lo que en lo que va de mes de diciembre se investigaría la muerte de 32 perros envenenados.
Los animales de Rebordechán murieron dentro de la explotación cinegética que existe en la zona. Un cazador vio como su perro fallecía en pocos minutos y posteriormente murió otro, por lo que se presentó una denuncia ante la Guardia Civil y ante la consellería de Medioambiente.
Efectivos de la guardería medioambiental de la Xunta procedieron a la retirada de los animales e iniciaron la recogida de cebos tras un rastreo por toda la zona, que quedó acordonada.
Los animales son enviados al Laboratorio de Sanidade e Producción Animal de Galicia, ubicado en Lugo para su análisis y comprobación del tipo de envenenamiento.
Los cazadores de la zona de Crecente manifestaron su indignación por estas nuevas muertes, que consideran inadmisibles.
La Guardia Civil ya inició la investigación y de confirmarse que la muerte de los canes se produjo con estricnina se estaría ante un delito, ya que el producto es altamente contaminante y puede provocar la muerte de otro tipo de fauna y de personas. |