Según explicaron sus integrantes, los hechos se produjeron a finales del mes de noviembre en la zona de la parroquia de Randufe y los afectados fueron tanto animales empleados para la caza como mascotas de familias que residen en el municipio de la comarca de A Paradanta. De momento no se descarta que puedan aparecer más canes afectados, puesto que existen sospechas de que los alimentos con veneno podrían estar detrás de la desaparición de otras mascotas que se echan en falta desde hace días. Según explican desde la sociedad, los hechos se produjeron en los terrenos pertenecientes al tecor de A Cañiza, pero no lo ha puesto en conocimiento del Seprona o la Consellería de Medio Ambiente, aunque «nos consta que algunos vecinos llamaron por teléfono para denunciar los hechos». La medida preocupa en el municipio, puesto que al no estar en manos de los efectivos correspondientes no se han realizado registros por los montes para localizar los posibles restos de comida envenenada. «Al final afecta a otros animales salvajes e incluso podría suponer un riesgo para la seguridad de los menores en la zona, puesto que un niño podría llevarse a la boca estos alimentos», recuerdan desde la sociedad de caza. Al mismo tiempo, aprovechan para hacer un llamamiento a las autoridades para que abra una investigación, ya que no se trata de un hecho puntual puesto que en anteriores temporadas esta clase de sucesos se han repetido. |