Mañana domingo, 17 de octubre, se inicia la temporada de caza en Galicia con el clásico optimismo de los más forofos, pero con unas previsiones muy diferentes dependiendo de la modalidad que se practique. Así, y siguiendo la tónica de los últimos años, se registra un incremento de las especies mayores (jabalíes y corzo) y una tendencia a la disminución de conejos, perdices y liebres, piezas favoritas de los aficionados a este deporte.
Con este panorama hasta sorprende que los practicantes en Galicia tiendan a estabilizarse en torno a 50.000, después de unos años en claro declive con una perdida en la última década de 20.000 licencias. Mientras tanto, los que se resisten a cambiar la escopeta por el rifle no tienen más opciones que desplazarse a otras comunidades autónomas con el consiguiente gasto añadido que acarrea.
Un deporte caro -se calcula que el gasto medio por cazador es de 1.800 euros- y complicado por todo lo que conlleva: perros, desplazamientos y armas. Con el riesgo evidente que supone la utilización de este último artilugio, aunque los accidentes mortales no son porcentualmente importantes (uno por año de media) es otro factor negativo que se suma a las pocas expectativas que genera la actividad venatoria gallega, especialmente para los amantes de las especies menudas.
FOCOS DE ENFERMEDADES. Para esta temporada y teniendo en cuenta todo lo variable que puede ser el dato, dependiendo de las distintas zonas cinegéticas, los expertos consultados afirman que la reproducción de los conejos fue buena y que no se están detectando focos importantes de las enfermedades que persiguen a este roedor, aunque tampoco descartan infecciones de última hora debido especialmente a las recientes lluvias, que parece ser un factor de riesgo para el rebrote de la mixomatosis y la neumonía vírica con sus devastadores efectos.
Por lo que respecta a la perdiz roja y la liebre, parece más complicada su recuperación ante la falta de un terreno apropiado. Los pocos sembrados en el monte y, en general, el abandono del rural no es lo más adecuado para ellos, aunque el seco verano sí fue favorable para la cría.
No obstante, los amantes de la pluma siempre tendrán la alternativa de la arcea, una especialidad que gana adeptos cada año, donde el monte alto y arbolado es su lugar idóneo, y de eso tiene en Galicia en abundancia.
OTRAS ESPECIES. Para otras especies introducidas, como el faisán, depende más de las repoblaciones efectuadas, a pesar de que en algunos lugares se baraja como una opción de futuro que se adapta perfectamente al cambio de vegetación producido en las tradicionales zonas de caza.
Los mejores objetivos se centran en la caza mayor. Curiosamente lo que supone un factor contraproducente para conejos, perdices y liebres (demasiado monte alto) es, sin embargo, favorable para jabalíes y corzos, cuyas poblaciones aumentan de forma considerable, como muestra la campaña anterior: se abatieron oficialmente 9.000 del primero y 7.000 mil del segundo.
Paralelamente se está produciendo un trasvase lógico aficionados hacia las especies mayores. Se calcula que al menos veinte mil aficionados dirigen ya sus puntos de mira hacia estos animales y de ellos un 50% de forma exclusiva.
En general -hay excepciones que modifican las fechas dependiendo de las especies- el periodo hábil será el comprendido entre el 17 de octubre y el 6 de enero, y los días permitidos serán los jueves, domingos y festivos. El horario legal estará comprendido entre una hora antes de la salida del sol y una hora después de la puesta del astro.
En cuanto a la documentación necesaria, se deberá estar en posesión de la correspondiente licencia de caza y un seguro de responsabilidad civil. Al mismo tiempo es necesario tener al día los papeles del arma (permiso y guía de pertenencia) y los que cacen en zonas acotadas la correspondiente autorización.
NORMATIVA. En la normativa pocas novedades. Se continúa con la limitación de la munición, con un máximo de tres cartuchos y se prohíbe todo tipo de cebos o sustancias venenosas; así como la utilización de aeronaves, vehículos o embarcaciones a motor, todo tipo de trampas y cepos, como venía siendo habitual.
Se apuntan también todas las cuestiones obvias de seguridad con las armas, como no circular con ellas cargadas ni hacer uso de las mismas en zonas urbanas, rurales, carreteras o caminos, y las recomendaciones dirigidas hacia el respeto de las vedas, animales protegidos y fauna no cinegética, identificando siempre la pieza antes de disparar.
LAS CIFRAS DEL INICIO DEL CURSO 2010
20.000 AFICIONADOS que han cambiado el objetivo de las pequeñas especies por el de otras mayores. El cincuenta por ciento de estos veinte mil, se dedican en exclusiva a jabalís o corzos
1.800 EUROS es aproximadamente los que gasta cada aficionado en la temporada de caza, eso sin tener en cuenta lo que conllevan los perros, los desplazamientos y las armas. Es un deporte relativamente caro.
9.000 JABALÍES y 7.000 corzos abatidos la pasada temporada. Una cifra que confirma el aumento de estas especies y el incremento de cazadores que se pasan a esta modalidad de animales de mayor tamaño. |