Su rebaño de ovejas sufrió un ataque de los cánidos a comienzos de octubre del pasado año. Las alimañas segaron la vida de seis ejemplares ovinos en la aldea de Paraxó, perteneciente a la parroquia bañesa de Ordoeste. Los hechos ocurrieron a plena luz del día, en un prado a escasos cien metros de la casa de María del Carmen Vázquez, la dueña de un rebaño compuesto por aquel entonces por una docena de ovinos.
Su madre, María Vázquez, de 84 años, fue quien descubrió a un ejemplar de lobo devorando a una de las ovejas que pastaban dentro de la finca próxima al monte que rodea Paraxó. El viernes, sobre las once de la mañana, a María le volvió a tocar lidiar de nuevo con la más fea: el lobo. Pero esta vez se encontró con una reacción mucho más violenta. El cánido plantó cara a la octogenaria: «Estaba dentro da finca pechada onde temos as ovellas. Eu collín a vara, pero él saíu de entre o millo e revirábase cara a min», relata María, quien aún ayer se lamentaba de no tener un palo de madera más grande para hacerle frente mejor.
Su hija María del Carmen, propietaria de un rebaño venido a menos -«tiña vintecatro ovellas e agora teño cinco»-, no dudó ayer en comunicar la gravedad de los hechos a los responsables comarcales de Medio Ambiente.
«Pídolle que tomen medidas dunha vez, sentímonos ameazados polo lobo e o que lle poida facer ás persoas, xa que agora parece non terlle medo a nada, e incluso chega ata as mesmas casas. Ese mismo día pola noite vírono uns veciños diante da porta da súa casa», explica una María del Carmen muy preocupada.
Los ataques de lobos a reses ovinas en la zona de Ordoeste se convirtieron en más que frecuentes en los últimos meses. Después de octubre del pasado año, a María del Carmen le atacaron hasta en dos ocasiones más a su rebaño. Pide que Medio Ambiente controle estas poblaciones de alimañas, o cualquier día lamentarán una desgracia mayor por no haber adoptado medidas correctoras a tiempo.