En ambos casos, fuentes de Emergencias señalaron que existe una alta probabilidad de que fuesen intencionados. En el de Zas, esta hipótesis cobra todavía más fuerza porque empezó a arder en tres puntos distintos de manera prácticamente simultánea.
El primero de los fuegos se inició a las 00.50 horas en la parroquia de Santa María de Gándara. Un centenar de efectivos, entre ellos cuatro agentes forestales, doce brigadas, ocho motobombas y dos palas, trabajaron para dar por controlada la incidencia a las nueve de la mañana. La existencia de un cierre en el terreno acotado para el pasto de las yeguas y las quemas controladas que se llevaron a cabo hace dos meses a petición de la sociedad de caza evitaron que los daños fuesen mucho mayores.
El fuego de Dumbría empezó a la una de la madrugada en la parroquia de Santa Baia y los servicios de extinción, que pudieron emplear medios aéreos -un hidroavión y dos helicópteros-, consiguieron controlar las llamas pasadas las doce y media de la mañana. En este caso, las pérdidas económicas y la afectación ambiental fueron mucho mayores, porque 70 de las 80 hectáreas calcinadas eran de monte arbolado.
El responsable de Protección Civil de Zas, José Calo, teme que con las condiciones en las que se encuentra el monte, las altas temperaturas y el viento que sopla en la zona pueda producirse una oleada de incendios en las próximas semanas. «Aquí ardeu practicamente todo fai catro anos. Agora volveu a medrar a herba e tal como están as cousas pode prender en calquera momento», señaló. |