Revista de Prensa


La red de carreteras y otras vías de comunicación en el mal llamado primer mundo es cada vez mayor. Estas arterias facilitan los desplazamientos a los seres humanos y se supone que mejoran así su calidad de vida, pero se convierten en auténticas trampas mortales para los animales que habitan la zona y éstos, en un peligro para los conductores.
Nuria Rodríguez · 25/5/2010

El pasado sábado, la comarca de Betanzos y el municipio de Bergondo registraron un total de cuatro accidentes en los que resultaron atropellados tres corzos y un jabalí. No hubo heridos, aunque de lo que no pudieron librarse conductores y acompañantes fue del inevitable susto y de los daños materiales en sus respectivos vehículos.

El primero de los incidentes ocurrió sobre las nueve y media de la mañana en el límite entre los municipios de Oza dos Ríos y Cesuras. Un coche atropelló un corzo. Tan solo media hora más tarde, a las diez, otro turismo arrollaba otro corzo en la autovía A-6 a su paso por el municipio de Aranga, concretamente en el kilómetro 548. Por si la jornada no hubiese sido ya poco negra para los ciervos de la comarca, a las once de la mañana un coche se llevó por delante el tercer corzo del día. Fue en la N-VI a su paso por Guísamo, en el municipio de Bergondo, según informó ayer la Guardia Civil de Tráfico.

Los accidentes con animales implicados no acabaron ahí el fin de semana. De nuevo la A-6 y de nuevo Aranga. Tan solo cinco minutos después de que acabase la jornada del sábado, a las 00.05 horas, un monovolumen atropelló un jabalí en el punto kilométrico 545 de la autovía, a tan solo tres kilómetros del lugar en el que horas antes, a las 10.00, otro vehículo se llevaba por delante un corzo que había irrumpido en la calzada.

Según datos del Comisario Europeo del Automóvil (CEA), en España mueren al año unos diez millones de animales atropellados. Vacas, caballos, perros, gatos, ciervos, conejos... Pero sobre todo jabalíes, un animal realmente duro que puede llegar a destrozar un vehículo. El mismo organismo calcula que los accidentes de tráfico con animales provocan unas 600 víctimas al año, entre heridos y fallecidos.

Usuarios y responsables de la seguridad viaria piden que se vallen adecuadamente las vías de alta capacidad, como autovías y autopistas. De hecho, el pasado mes de diciembre, tres vacas entraron en la AP-9 por un acceso de la autopista en Cambre. Pero no se pueden cercar todas las carreteras.

Otra de las polémicas que suscitan los accidentes con animales es el pago de los daños en los vehículos implicados. El Consello Consultivo de Galicia debe pronunciarse al año sobre numerosas reclamaciones de responsabilidad patrimonial derivadas de la irrupción de diversos animales -en la comarca sobre todo corzos y jabalíes- en la carretera. Lo habitual es que los conductores exijan el pago de las indemnizaciones a administraciones y cotos de caza como responsables del control de los animales, por los daños materiales y en algunos casos físicos.