Son los accidentes de tráfico más invisibles. Las colisiones provocadas por la presencia de animales en las carreteras ocurren a diario y aunque no suelen causar muertos ni heridos graves, sí provocan importantes daños materiales que, si se sumaran cada año, darían cifras de miles y miles de euros en reparaciones de automóviles que, muchas veces, recaen en los bolsillos de los propios conductores perjudicados.
Las cifras no dejan lugar a dudas. Según los datos recogidos por la Guardia Civil, durante el 2009 las carreteras de la provincia registraron 396 choques causados por animales sueltos. Eso supone que cada día, al menos un conductor que transita por las carreteras de Ourense se topa en su camino con un animal suelto al que no logra esquivar. A veces, tratar de hacerlo puede incluso ser peor.
Especies tan dispares como jabalíes, corzos, perros, gatos, caballos e incluso ciervos y ovejas fueron los causantes de muchas de las incidencias, aunque los porcentajes más altos de ejemplares acostumbrados a invadir las calzadas los acaparan los jabalíes, los corzos y los animales domésticos.
Períodos de caza
De ahí que los meses con mayor incidencia de siniestros de este tipo coincidan en Ourense con las épocas de caza o las de cría. Eso explicaría que noviembre fuese el año pasado el período con mayor número de accidentes -se contabilizaron hasta 64- seguido de octubre y marzo, este último considerado por los expertos como intervalo de cría.
Y lejos de disminuir, como ocurre con el resto de accidentes gracias a las campañas de prevención, los siniestros con animales llevan años en cifras prácticamente iguales.
Zonas de riesgo
Las carreteras de muy alta intensidad de circulación son también las más afectadas por estas incidencias, habituales sobre todo entre las ocho de la tarde y las ocho de la madrugada. Así, durante el pasado año fueron 51 los incidentes contabilizados en la N-525, a su paso por localidades como Taboadela, Vilamarín, Sandiás, Xinzo o Cualedro.
Igualmente preocupante es el dato recogido en la autovía, donde se registraron 46 colisiones con animales. Otra vía, la N-120, es especialmente peligrosa en Rubiá mientras que, por poner otro ejemplo, los caballos han provocado más de un susto en zonas como Entrimo. A todos esos datos habría que sumar el porcentaje, se calcula que entre un 10 y un 20%, de las incidencias de las que no se da parte. |