Hacía tiempo que el sol no lucía como lo hizo ayer en Barbanza y ello ayudó a los cetreros que se dieron cita en A Curota para participar en una jornada de entrenamiento. Durante casi cinco horas, once aficionados, la mayoría procedentes de los municipios de la comarca y de Santiago, exhibieron a catorce animales, entre halcones, águilas de Harris y azores.
Fueron las condiciones geográficas del monte pobrense, en concreto de la zona en la que se encuentra el curro, las que atrajeron a la recién constituida Asociación Gallega de Cetrería y Conservación de Aves Rapaces, la segunda entidad de estas características que se funda en la comunidad gallega.
Buscaban, sobre todo, una llanura que se encontrara en la parte elevada de un monte para que los halcones pudieran desarrollar sus vuelos de altanería. El buen tiempo contribuyó a embellecer el espectáculo. Por su parte, águilas y azores mostraron sus habilidades en la modalidad de bajo vuelo.
A doscientos metros
«En la exhibición pudieron verse las dos modalidades principales de caza con aves rapaces. En el caso de la altanería, el halcón está situado a doscientos metros o más por encima del cetrero y desde allí inicia su lance, llegando a alcanzar velocidades de vértigo que pueden sobrepasar los trescientos kilómetros por hora en el bajo vuelo. La rapaz parte del guante del halconero y va directamente hacia su señuelo o presa», explicó Francisco González, uno de los organizadores de la jornada.
Para la sesión de entrenamientos que ayer se desarrolló en A Curota, los cetreros utilizaron como presas conejos, perdices y faisanes. «Fue, sobre todo, una reunión de aficionados, que cada uno aprovechó para entrenar a sus animales y también para ver en acción las aves de los colegas», comentó González.
La de ayer fue la primera jornada de estas características que organizó la nueva asociación gallega de cetreros y sus integrantes están convencidos de que no será la última. En este sentido, Francisco González apuntó que ya se habló de repetir experiencia dentro de un año, o en A Curota o en otro monte de la zona para que la exhibición sea itinerante. |