La comunidad gallega cuenta en la actualidad con una población estimada de más de 20.000 ejemplares de corzo, siendo Lugo la provincia española con mayor densidad de ejemplares de esta especie. El número de corzos se sigue incrementando, a pesar de que cada año se cazan en Galicia alrededor de 6.000 ejemplares de esta especie, tanto en la modalidad cinegética tradicional como en caza por daños.
Estos y otros aspectos salieron a relucir el viernes en la Facultad de Veterinaria del campus de Lugo durante la presentación del libro O corzo. Aspectos biolóxicos e aproveitamento cinexético, coordinado por el profesor de este centro Luis Eusebio Fidalgo Álvarez, que estuvo acompañado en la presentación por el presidente de la Federación Galega de Caza, José María Gómez Cortón, y por el director xeral de Conservación da Natureza, Ricardo García-Borregón Millán.
El coordinador señaló que esta es una obra de divulgación sencilla, con un lenguaje simple y con información objetiva y veraz, cuya única pretensión es la de contribuir al conocimiento de esta especie, tanto desde el punto de vista biológico como de su aprovechamiento cinegético, para que cualquier persona, no solamente los cazadores o los amantes de la naturaleza, sean capaces de identificar a un corzo. Fidalgo aprovechó para agradecer las aportaciones del resto de autores del libro: José Miguel López Martínez, José Manuel Gonzalo Cordero, Antonio González Chaín, insistiendo en que todos estos estudios son «en beneficio de la caza».
Expansión territorial
Gómez Cortón, por su parte, hizo hincapié en el hecho de que hace cuarenta años, la presencia del corzo en Galicia se reducía a la montaña oriental lucense. Sin embargo, las buenas condiciones del hábitat y la buena labor llevada a cabo en materia de gestión de la especie han hecho posible que en los últimos años se multiplicase por quinientos y que hoy en día se trate de un animal extendido por toda Galicia, donde ocupa ya el noventa por ciento del territorio.
No obstante, hay un motivo de preocupación con respecto a esta especie, y es que en la actualidad el corzo está en regresión en la comarca de Os Ancares, debido al crecimiento desproporcionado de poblaciones de especies predadoras, especialmente del lobo. Ante esta situación, el presidente de la Federación Galega de Caza reconoció que habrá que plantearse si todo lo que se hizo en el ámbito de cada una de esas especies fue lo más adecuado, y manifestó su deseo de que se recupere el equilibrio.
Por último, García-Borregón destacó la importancia de la caza como actividad de desarrollo socio-económico en Galicia, y del corzo en particular, por los ingresos económicos que genera en la comunidad gallega, que ocupa el segundo lugar por detrás de Castilla-León como potencia cinegética. Además, el director xeral de Conservación da Natureza reiteró el peso que tiene Lugo en esta actividad, afirmando que «hablar del corzo en Galicia es hablar de la provincia lucense», y se comprometió a intensificar los trabajos que permitan reconducir la situación que con respecto al corzo se vive actualmente en la reserva de caza de Os Ancares, que, según dijo, puede deberse a «múltiples causas».