Para controlar el cerdo bravo, ha sido necesaria la intervención de un agente del servicio de Conservación da Natureza del departamento autonómico, así como de efectivos de la Guardia Civil y de Protección Civil de Arzúa, a quienes alertaron los propios vecinos.
Para reducir al animal, los agentes tuvieron que calmarlo administrándole varios dardos anestésicos hasta que, finalmente, se impuso la necesidad de sacrificarlo dato su estado de alteración y el consiguiente peligro que representaba para la integridad física de las propias personas, además de una amenaza para las cabañas de ganado de la parroquia. El cuerpo del jabalí, de unos 120 kilos de peso, se trasladó, posteriormente, a las dependencia de Protección Civil de Arzúa, de donde, ayer por la mañana, ha sido retirado por personal del servicio de Conservación da Natureza de la Consellería para su traslado al Centro de Recuperación de Fauna Salvaxe de A Coruña.
En ese centro, situado en el municipio de Oleiros, se procederá al estudio y análisis del animal. De acuerdo a una primera valoración de los agentes autonómicos, no se descarta que el jabalí pudiese tener algún grado de hibridación, dadas sus características morfológicas. Con todo, se espera que las pruebas biométricas y demás estudios que están realizándose en el cuerpo del animal sirvan para aclarar el agresivo comportamiento que tuvo, nada frecuente en la especie, según los expertos.
La presencia de jabalíes es habitual en la parroquia de Burres, donde los ganaderos ya advirtieron, el año pasado, de continuos ataques, aunque en nada similares al del pasado lunes. |