Revista de Prensa


Dos vecinos del concello coruñés de Dumbría están acusados de un delito contra la flora y la fauna por colocar trampas en el monte destinadas a la caza ilegal, por lo que podrían enfrentarse a sendas sanciones económicas, así como a una pena de inhabilitación para la caza.
· 13/5/2009

Según informó la Guardia Civil, las investigaciones se iniciaron hace aproximadamente un mes, después de que se encontrase en una finca de la zona varios lazos de acero supuestamente empleados para capturar animales salvajes. Unos días después, los agentes encontraron en la misma zona dos jabalíes muertos, al tiempo que siguieron localizando nuevas trampas. Algunas estaban colocadas en caminos que evidenciaban que quienes las habían puesto tenían un ''perfecto'' conocimiento de la zona y de los movimientos de los animales salvajes, por lo que se presume que eran cazadores.

La vigilancia ejercida por los efectivos de la Guardia Civil, así como por el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) y por el personal de la Consellería de Medio Ambiente, permitió descubrir que, unos días después de que los agentes desmontasen los lazos, estas personas volvían a la zona para recomponer las trampas. Como consecuencia de los hechos, los investigadores localizaron un nuevo jabalí y un lobo muertos.

Finalmente, y valiéndose de medios tecnológicos, los agentes lograron identificar a los dos hombres. Se da la casualidad de que ya los habían sorprendido en la parcela en la que se encontraron los lazos, aunque en esta ocasión estaban ocupados en trabajos agrícolas ajenos a la actividad delictiva que se les imputó. Los dos encausados quedaron en libertad con los cargos, a la espera de pasar a disposición del juez.

Técnicas ilegales
Este tipo de delitos están contemplados en el artículo 335 del Código Penal, que establece multas que van de ocho a 12 meses y la inhabilitación especial para cazar por un tiempo de dos a cinco años. Además, la ley contempla que al emplear técnicas ilegales deberá imponerse la pena en su mitad superior.

Adega considera que especies como el lobo deberían figurar en el Catálogo Galego de Especies Ameazadas, pues ''pese a contar cun plan de conservación'', al no recibir la consideración de especie protegida, las sanciones económicas impuestas a los cazadores ''resultan escasamente gravosas e exemplarizantes''. Así, el colectivo entiende que debería ''endurecerse'' el régimen sancionador para este tipo de delitos contra el medio ambiente.

Con todo, la Guardia Civil indica que se trata de prácticas ''puntuales'', a las que algunos agricultores recurren, principalmente, para proteger sus cultivos. En cuanto a los artilugios empleados para capturar a los animales, los ecologistas alertan del daño que causan estos lazos de acero trenzado, no solo en la fauna salvaje, sino también en animales domésticos como los perros.