“La investigación es importante y si los cazadores supiesen ajustarse mejor a criterios de sostenibilidad mejorarían la percepción que tiene de ellos la sociedad”, apunta el director del IREC, Rafael Mateo al tiempo que apunta, “a los ecologistas también hay que explicarles bien las cosas y advertirles de que la caza es necesaria en determinados ecosistemas”.
Mateo, un veterinario barcelonés, tomó posesión de su cargo el pasado mes de julio. Dice que llegó a esta tierra atraído por el IREC, “uno de los centros más punteros de sus características a nivel internacional”, argumenta en un encuentro con Lanza e informa de que este centro es único en España porque es multidisciplinar ya que cuenta con biólogos, veterinarios e ingenieros, que estudian todas las áreas importantes en la gestión de las especies de caza.
“En el IREC trabajamos en diversas líneas pero se hace investigación básica y aplicada a la ecología y a la sanidad de las especies de caza”, apunta el máximo responsable del centro.
El IREC tiene un notable número de proyectos en los que se lleva a cabo la investigación aplicada al sector productivo.
Según relata Mateo se están realizando estudios que van desde la la preservación del semen de algunas especies lo que puede permitir la selección genética, pasando por el desarrollo de vacunas, hasta la búsqueda de las formas en que se trasmiten las enfermedades en fauna silvestre y doméstica, como el ganado.
“Creo que el sector cinegético debe mirar los beneficios de este centro a largo plazo”, subraya.
El Instituto de Investigaciones Cinegéticas depende del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, CSIC, de la Universidad de Castilla-La Mancha, UCLM y de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, si bien es cierto que, según afirma el director, “de la Junta no recibimos nada, no acaban de entendernos”.
El de Ciudad Real es el único instituto del CSIC en Castilla-La Mancha, “el único que trabaja la caza y con un enfoque de los estudios de la fauna silvestre que en algunas disciplinas nadie más toca, veterinaria, reproducción o ciencia animal no están en otros centros referentes del Consejo como el de Doñana o el Museo de Ciencias Naturales de Madrid”, refirió.
El mejor interlocutor
El IREC podría ser el mejor interlocutor entre las asociaciones ecologistas y las de cazadores. Es una valoración de Rafael Mateo que también considera viable, en según qué circunstancias, la caza en los parques nacionales.
“Yo creo que se puede cazar en un parque nacional si hay mucha densidad porque si no actúas se daña al ecosistema y por ejemplo si hay densidad de ciervos o de jabalíes o se eliminan a través de la guardería o se cazan de una forma controlada, porque la otra opción es tener depredadores naturales y en esta tierra no los hay, se trataría de una forma de caza controlada” explica.
En este orden de cosas reconoce que los investigadores de este centro y sus conclusiones son, “en muchas cosas incómodos para ecologistas y cazadores y lo que no se puede esperar es que en la naturaleza se conserve todo porque estamos en un ecosistema controlado por el hombre”, asevera.
Desde la cátedra que le da su puesto, este joven veterinario considera que lo que a toda la sociedad interesa es que se conserven todas las especies, todo el ecosistema, no solo las de caza, porque “hay que tener una visión mas global”.
“Para potenciar la caza hay que hacerla sostenible para dentro de 100 años, no se trata de tener más caza hoy o mañana, se trata de hacer una investigación para que dentro de cien años existan especies que se pueden cazar y siga siendo bien vista”, argumentó.
El director del IREC asegura que “la caza es algo que está dentro de las relaciones entre especies y debemos asegurarnos que nuestro impacto a través de la caza no sea negativo, la actividad debe ser sostenible, evitar la extinción de especies y controlar a la vez a las poblaciones, para todo ello está la investigación aplicada que hace el IREC”.
32 Son las investigaciones que el IREC publicó en revistas internacionales el año pasado. En el mismo período de tiempo se leyeron 9 tesis doctorales y se presentaron 16 trabajos fin de máster. En 2014 había 17 proyectos nacionales en curso, y siete regionales. Además de otras tantas convocatorias nacionales en internacionales. En la actualidad hay una centenar de trabajadores en el centro, de ellos 22 son investigadores de plantilla. Actualmente trabajan en treinta proyectos de investigación. |