Más de 60.000 cazadores participarán en las veintiséis jornadas de la temporada de caza que comenzará el domingo y que se prolongará durante cuatro meses en los tecores gallegos hasta el 6 de enero. Los días hábiles para practicar esta actividad serán jueves, domingo y festivos estatales y autonómicos, además de los sábado en caza mayor.
Según explicó el presidente de la Federación Galega de Caza, José María Gómez Cortón, como novedad esta temporada está la puesta en marcha el programa Compartir Caza, que cuenta con la colaboración de la Consellería de Medio Ambiente.
Esta iniciativa pretende poner en valor la actividad cinegética en Galicia y, entre otros aspectos, permite que las sociedades que gestionen los tecores faciliten la caza dentro de su coto a miembros del colectivo, aunque estos no dispongan del carné de socios.
Además, el programa posibilita la práctica de la caza a cazadores de otros lugares interesados en conocer otras zonas para la actividad o acercarse a nuevas especies diferentes a las de su zona, como al corzo.
Compartir caza tiene un precedente muy cercando, tanto que se encuentra el pasado año cuando se abrieron sectores a los cazadores que ejercían la actividad en zonas afectadas por los incendios estivales.
Gómez Cortón comentó que la caza en Galicia "es algo social", ya que se realiza a través de sociedades, y destacó que existe una importante "demanda para que esas sociedades se abran a otros cazadores", con el fin de que puedan tener espacios y no sólo en terreno libre por lo que se van a poner a disposición de los cazadores en 250 tecores unas tarjetas que permitirán realizar esta actividad durante un día, una temporada o para una especie en concreto.
En este sentido, avanzó la puesta en marcha del Programa Diana de la Consellería de Medio Ambiente, que facilita mapas de todos los tecores, terrenos libres, límites y especies en las mismas. Además, en la web de la Federación Galega, los interesados pueden acceder a datos sobre las especies localizadas en cada municipio.
El nuevo programa de la federación de caza abarca, asimismo, un aspecto turístico, ya que ofrece información también, en colaboración con Turgalicia, sobre alojamiento y restaurantes en las zonas de caza, con el fin de proporcionar una nueva fuente de recursos económico, en especial a las zonas que resultaron más desfavorecidas.
El presidente de la Federación Galega de Caza destacó que se trataba en el Observatorio de la caza, que permitirá "ver las dimensiones" de esta actividad. De este modo, concretó que por temporada se realizan un millón de jornadas individuales de caza y "por pequeño que sea el gasto, son cifras importantes".
En este sentido, puntualizó que la caza no se concentra en una zona "sino principalmente en el rural", y apuntó que también hay un desembolso en las zonas más desfavorecidas. Con todo, el programa Compartir Caza posibilita el desarrollo de actividades relacionadas con el turismo, con la previsión de que visitantes de fuera "puedan cazar en Galicia como una opción más".
También hizo referencia al "declive" de la caza menor, debido a la pérdida de cultivos y al cambio de hábitos en el rural que, sin embargo, sí fueron positivos para la caza mayor. Al respecto, Gómez incidió en que si no se produce "caza de jabalíes en dos años parte de la agricultura no se podría realizar".
En esta línea, valoró la "importante labor" que realizan los cazadores, colaborando con aportaciones económicas "importantes" a la recuperación de hábitats.
Al respecto, Gómez Cortón reivindicó que se reduzca a tres años, como recoge la Ley de Incendios, a uno para la prohibición de la caza en terrenos afectados por los fuegos. "Lo más razonable sería un año y llegar a los tres según los informes medioambientales", propuso.
En concreto, el responsable de la Federación de Caza de Pontevedra, Javier Nogueira, explicó que tras la ola de incendios del verano de 2006, aunque la ley prohíbe cazar en tres años, dice que, con el informe favorable de Medio Rural y el visto bueno de Medio Ambiente "se puede cazar en esos terrenos". Además, recordó que en la provincia pontevedresa se destinaron más de 900.000 euros a los terrenos afectados por el fuego.