Revista de Prensa


MARÍA PEDREIRA CASTRO
S.G. Rial · 20/10/2014

María Pedreira, de Estramil (A Laracha, aunque caza en Arteixo) reúne dos características poco usuales en la zona (incluso en Galicia). Una, el hecho de ser mujer: puede decirse que es la única practicante regular, en un mundo absolutamente masculino. Otra, la juventud: tiene solo 20 años. Ni siquiera se ven muchos varones de esa edad por los montes. A ella le empezó de niña, a los 14 empezó a moverse en el mundillo y a las 16, la edad reglamentaria, comenzó a todos los efectos.

La afición le viene de ver a su padre, José María, a quien acompaña desde siempre. Él lleva más de medio siglo cazando. Pero también le tiran los perros. Esa fue la espoleta: «Gustábabme os cans, xa dende os 4 anos eu andaba cun can pequeno. E fun pouco a pouco», explica. «O que máis me gusta agora é ver os cans, como traballan, como van buscar os conexos», añade. Esa es la pieza preferida: el conejo.

Estudiante, a sus amigos no le sorprende, porque la conocen así de siempre. Y los chicos cazadores de su edad prefieren el jabalí. Ayer, por cierto, por la mañana tuvo una rozadura de un rebote de perdigón en una pierna, pero nada serio, porque por la tarde siguió de caza.