El Tecor San Trocado e Cidade, de San Amaro, ya abonó más de 8.000 euros en los últimos siete años al propietario de una explotación ganadera en concepto de indemnizaciones por las pérdidas que produce el jabalí en los campos de maíz. La pesadilla para el granjero Fernando Rodríguez Barros empezaba en el 2006 cuando el cerdo salvaje arrasó la cosecha de maíz que cultivaba para mantener las 50 vacas lecheras que tiene en su granja en la localidad de Xinzo. El primer año señala que reclamó las pérdidas ante la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras, en donde le informaron que la responsabilidad era del Tecor San Trocado e Cidade.
Así que al año siguiente, 2007, cuando se volvieron a reproducir los daños, Fernando Rodríguez presentaba la primera denuncia en la Guardia Civil, repitiendo las reclamaciones en el 2009, 2012 y 2013. Excepto en 2012, que se alcanzaba un acuerdo entre ambas partes, recibiendo como indemnización 4.500 euros, las otras denuncias siguieron su curso acabando en sentencia favorable al granjero, salvo la del pasado año que está pendiente de resolución.
Este año come la semilla
El presidente del Tecor, Nicolás Cabanelas, declaraba que "los jabalíes entran en el pueblo y destrozan los cultivos de maíz y patatas. En la finca de este hombre al que le estamos pagando los daños, este año ni siquiera esperó a que naciera la planta de maíz, porque ya levantó la tierra para comer la semilla" afirma. Por ese motivo, lamenta que la Xunta haya denegado la batida que solicitaron "para evitar que dañen los cultivos y causen accidentes en las carreteras".
Dado que no se autorizó la batida, el Tecor solicitó permiso para vigilar la finca durante la noche, ya que desde que fue sembrada el pasado 20 de mayo, el jabalí ya se presentó en tres ocasiones. Sin embargo, la espera no dio el resultado deseado y tanto Nicolás Cabanelas como Fernando Rodríguez consideran que "las esperas no son la solución porque de noche no ves al animal y no se puede estar sin dormir si hay que trabajar al día siguiente", señalaban.
Si los socios del Tecor (son 107) están cansados de pagar por los daños, el granjero también asegura que las indemnizaciones no le cubren las pérdidas, porque "tengo que pagar el abogado y comprar la comida para las vacas que yo podría cultivar". Este año, apunta que de las 7 hectáreas de superficie sembrada ya está afectada más de una hectárea y que "acabará con el resto cuando nazcan las espigas, antes de recogerlas en julio o agosto". El jabalí también se adentra en las fincas de otros vecinos y arrasa los campos de patatas, aunque en estos casos son para autoconsumo, ya que la granja de Fernando es la única explotación agrícola y ganadera de este entorno.
Los pueblos de Xinzo y Eiras, en donde están las fincas de maíz, sufren como tantos otros de toda la provincia la proliferación de los cerdos salvajes, que al criarse cerca de las casas, han perdido el miedo a las personas, adentrándose en los núcleos habitados sin ningún reparo. |