El arranque de la temporada de caza en las comarcas de Deza y Tabeirós dejó buenas sensaciones entre el grueso de los aficionados que ayer salieron al monte. Aunque el calor dificultó las labores de rastreo de los perros, el rocío de las primeras horas de la mañana favoreció que se lograse un aceptable número de capturas en prácticamente todos los tecores de la zona. En el coto de Lalín, el presidente de la sociedad, Luis Nistal, destacaba que la mayoría de los cazadores que ayer salieron con sus perros regresaban con piezas. «Facía falla algo máis de frío e que estivera o tempo un pouco nivoso e fresco, pero aínda así, estamos satisfeitos», dijo. Y es que en el tecor lalinense se contabilizaron un buen número de aficionados que completaron el cupo permitido, que incluye, entre otras piezas, dos conejos y dos perdices. En la misma línea se pronunciaban los cazadores de A Estrada, que si bien aclaraban que «o día non foi para botar foguetes», sí reconocían que «todas as pandillas lograban algo». Además, el presidente de Río Ulla, José Manuel Señorán, recordaba que «aínda que non se cace moito, ao ser o primeiro día, estamos sempre contentos».
Aunque las expectativas en el tecor de Silleda no eran buenas debido a la neumonía hemorrágica vírica que afectó a la mitad de la población de conejos de la zona, finalmente la primera jornada se saldó con más capturas de las esperadas. José Manuel Pena, presidente de la sociedad de caza explicó que se habían logrado bastantes piezas, «e xa pola mañá todas as pandillas que saíron levaban capturas». No tan positiva fue la jornada en el tecor de Vila de Cruces, donde fueron habituales las quejas de los aficionados por la falta de piezas y el calor, dijo su presidente, Manuel Camino. |