As Escobias, en la parroquia de Lampón, fue el lugar en el que la cuadrilla boirense Os Cativos dio caza a un jabalí al que llevaban tiempo siguiéndole la pista. El animal, al que costó mucho abatir, pesaba 130 kilos e hirió a diez perros. Además, sus colmillos medían unos nueve centímetros, lo que permite hacerse una idea de las dimensiones de este cerdo salvaje. Es más, en esta cuadrilla de cazadores aseguran que se trata «do máis grande que se matou en Boiro desde que existe a caza de xabaril».
La existencia de este gran omnívoro no era una novedad para estos aficionados a la cinegética. Según explica uno de ellos, Óscar Brión, llevaban toda la temporada detrás del animal. Y no fue hasta el sábado cuando lo tuvieron a tiro. Su caza fue complicada. Una decena de perros resultaron heridos en el intento y fue necesario trasladarlos con urgencia al veterinario, ya que algunos presentaban graves heridas.
Antes de caer definitivamente, este preciado ejemplar de 130 kilos también intentó atacar a la persona que lo abatió. «O xabaril nada máis ver ao home que lle disparou botouse a por el estando a menos de medio metro de distancia. Aínda así, tivo tempo de apuntarlle outra vez e matouno. Todo saíu ben, pero se o cazador que acompañaba aos cans non tivera a escopeta con el estaríamos falando doutro conto», recuerda Brión.
Tres horas de paciencia
Los integrantes de Os Cativos le tenían ganas a este animal. El sábado, cuando lo localizaron, estaba escondido en un matorral y decidieron esperar pacientemente a que el jabalí decidiese, al sentirse rodeado, cuál sería su plan de fuga. «Fixeron falta, antes de matalo, máis de tres horas para sacalo do lugar no que estaba agachado», recordaban ayer en la cuadrilla.
Una vez muerto, vecinos de As Escobias no dudaron en salir de sus casas para ver al gran ejemplar y, de paso, felicitar a los cazadores. La felicidad de estos boirenses se entiende al saber que el jabalí muerto era el causante de numerosos destrozos en fincas de la zona dedicadas al cultivo de maíz. |