Según estimaciones de la Federación de Caza de Pontevedra, cerca del 80 por ciento de los 14.000 cazadores federados participaron ayer en la apertura de la temporada cinegética. Las sociedades cinegéticas han hecho un balance positivo del inicio de una campaña marcada, en muchas zonas de la provincia, por la reapertura de los cotos asolados por los incendios de 2006.
Los tecores regenerados volvieron a recibir la visita de los cazadores, y precisamente fue en estas zonas, como la de Moaña-Marín, donde mayor número de capturas se registraron, debido a la ausencia de caza durante todo este tiempo y a las siembras realizadas durante los últimos meses.
El conejo fue la especie estrella de la jornada, y en lugares como Silleda, algunos grupos de cazadores ya contaban con cinco o seis conejos en torno a las doce de la mañana. Sin embargo, en algunos tecores de las comarcas de O Salnés y O Morrazo se hicieron sentir los efectos de los brotes de enfermedades como la mixtomatosis o la neumonía vírica, que afectaron a estas zonas durante los últimos meses, lo que no impidió a los cazadores alcanzar un número óptimo de capturas.
Más problemas tuvieron en Tabeirós-Montes, donde la incidencia de enfermedades fue tan grande que el presidente de la Sociedad Deportiva de Caza e Pesca de Cercedo, Javier Santos, expresaba ayer su firme propósito de no volver al monte esta temporada, al considerar que las pocas parejas de conejo que han logrado sobrevivir son necesarias para criar y evitar la extinción de esta especie en los montes cercedenses.
En los tecores de O_Salnés más próximos al mar, donde la altitud es menor y la presión humana mayor, el inicio de la campaña tampoco fue todo lo positivo que se desearía. En este sentido, los miembros de la sociedad "O Salnés" de Ribadumia se movieron ayer por O Couto, en Castrelo, y sólo consiguieron cazar un conejo, después de "mover" tres.
Las comarcas de Deza y Tabeirós-Montes Zorros fueron las únicas de la provincia que registraron capturas de otras especies, como zorros, liebres, perdices y faisanes, Por otra parte, este año, O_Morrazo vivió la primera jornada del año sin incidentes de importancia, y en esta ocasión no se registraron envenenamientos de perros como los que en 2007 afectaron a los socios del Territorio Cinegéticamente Ordenado (Tecor) de Moaña-Marín. En Bueu y Cangas hace ya bastantes años que no se producen este tipo de hechos.
Licencias de otros años
Tampoco hubo problemas con las licencias federativas, ya que tras el fallo técnico que impide a la Xunta la expedición normal de los permisos, la Dirección Xeral de Conservación da Natureza publicó una resolución que permite a los cazadores desarrollar su actividad cinegética portando una licencia de años anteriores y la justificación bancaria de haber abonado las tasas de la nueva en una sucursal autorizada.
Un buen día de caza. Con esta impresión regresaron ayer a sus casas la mayoría de los cazadores pontevedreses que salieron al monte en la primera jornada de la temporada. Tras la oleada de incendios que asoló Galicia en 2006, los tecores están dando muestras de una notable recuperación y, a pesar de los brotes de mixtomatosis que afectaron a algunas de las comarcas de la provincia en las últimas semanas, el conejo volvió a ser el gran protagonista del inicio de la campaña, gracias a la gestión cinegética llevada a cabo en estos dos últimos años.
La óptima gestión cinegética consigue regenerar las zonas más afectadas por el fuego en 2006
A pesar de no contar todavía con los resultados globales de este inicio de temporada -acaba de rematar su jornada cinegética cuando es requerido por FARO-, lo que le impide dar un balance general de la jornada, Javier Nogueira, presidente de la Federación pontevedresa de Caza, califica de "excelente" su experiencia personal en Soutomaior y Pazos de Borbén. Veinte conejos fue el número de capturas registrado en esta zona, regenerada tras la oleada de incendios de 2006; una cifra muy positiva que Nogueira atribuye a la adecuada gestión cinegética llevada a cabo para recuperar los tecores.
El presidente de la federación provincial explica que en zonas como Soutomaior se han estado creando en los últimos tiempos pequeños núcleos cerrados de reintroducción, "biotopos" que se pueblan con veinte o treinta conejos a la espera de que se fijen en la zona. Una vez que los animales se habitúan al lugar, se abren los "biotopos" para que los conejos vayan poco a poco colonizando extensiones más grandes de terreno. "Es un método que cuenta con respaldo científico, y cuyos buenos resultados hacen prever una temporada con mejores perspectivas que las anteriores", apunta.