La temporada de caza menor, que comenzó ayer y se prolongará hasta el próximo 6 de enero, llenó los montes de la comarca de aficionados, que vivieron este estreno con unas capturas "aceptables" pese a que la población de la pieza estrella, el conejo, sufre un bajón considerable a causa de las enfermedades registradas este año. En Vilaboa, Portas y Barro, por ejemplo, se constata un aumento del zorro, pero los cazadores regresaron a casa con conejos en la bolsa. |
"En la primera jornada es normal que haya una mayor densidad de conejos, pero me temo que en tres o cuatro días se acaben". Manuel Martínez, presidente del tecor de Portas, hacía ayer un balance agridulce del estreno de la temporada de caza menor en la comarca. Y es que en pocas horas su cuadrilla logró cobrarse cuatro conejos y una paloma torcaz, pero alerta de que la población de los roedores "es muy normalita", diezmada en parte por la mixomatosis y otras enfermedades. Eso sí, a cambio se ha constatado una mayor proliferación de zorros, una especie que también se puede cazar desde ayer, junto con el faisán, una pieza casi inexistente en la comarca.
Yago Abal, del tecor de Barro, coincide con su compañero en los efectos de la enfermedad sobre la población de conejos, si bien durante la mañana "levantamos unos cuantos y conseguiremos dos" en los montes de Agudelo. "A mediodía paramos a tomar algo y coincidimos con otros muchos compañeros en que "no fue un buen día", entre otras razones porque "el calor (del pasado verano) favorece la peste". El tecor de Barro "está en buenas condiciones porque no ardió nada", si bien en otros puntos afectados por el fuego fue necesario instalar carteles para recordar que en ellos está prohibida la caza. También en esta zona se detectó la abundancia de zorro, depredador del conejo, y que se convirtió en el principal objetivo por la tarde.
Manuel Ríos, presidente de la sociedad de caza de Vilaboa, que agrupa a unos 80 aficionados, tampoco se muestra excesivamente optimista con la abundancia de conejos ya que "hay pocos y son difíciles de cazar puesto que hay mucha maleza" en los montes de Castiñeiras y Cotorredondo. Igual que en el resto de zonas, el zorro abunda y de hecho por la mañana su cuadrilla abatió uno, así como, al menos, dos conejos. En resumen, se trata de una primera jornada "aceptable" en cuanto a capturas si bien habrá que aguardar a ver como evoluciona a lo largo de estos próximos dos meses y medio.
La climatología se alió en esta primera jornada con los cazadores, ya que "un terreno húmedo es perfecto para el trabajo de los perros, que siguen mejor el rastro", comenta Martínez, en cuyo tecor solo se caza los domingos ante la escasez de piezas. Sus 125 asociados descartan así salir al monte los jueves y festivos, en los que también está permitida esta actividad, si bien sí aprovechan esos días en Agudelo (Barro).
Al margen de las capturas, los cazadores pueden disfrutar estas semanas del contacto con la naturaleza y con sus perros, así como del compañerismo entre todos los aficionados. |