Revista de Prensa


Medio Ambiente permitirá la captura de la especie por daños con esperas y ganchos
Salomé Soutelo · 11/7/2013

Los lobos mataron un cordero y una oveja y dejaron malheridas a otras cinco, en una finca del Pazo de Camba, en la parroquia rodeirense del mismo nombre. Agentes de Medio Ambiente se mostraron ayer convencidos ante el dueño de los animales, Gonzalo Gómez, que habían sido estos animales y no cánidos los que asaltaron a sus reses.

El ataque se produjo durante la tarde del martes, puesto que el ganadero se encontró a los animales en tal estado en la noche de anteayer. Tal y como relata la familia, el lobo consiguió saltar tanto el muro de la finca como la valla que protegía a los animales, que pastaban en la finca desde hacía unos tres meses. Tras el ataque, ayer fue necesario sacrificar tres de las ovejas malheridas, aunque los dueños temen que el carnero tampoco pueda sobrevivir. Han quedado solamente un cordero y otra oveja. Las pérdidas son considerables puesto que la mayoría estaban preñadas, y Gómez pretendía vender las crías -algunas ya estaban reservadas- en las últimas fiestas del verano.

Es la primera vez que el lobo ataca al rebaño de esta familia, pero desde hace unos días está merodeando por la zona, como explica el hermano de Gonzalo, Rubén. "En la panadería nos dijeron que hace cuatro o cinco días vieron cerca de su rebaño de ovejas un animal muy alto y muy delgado", explica. Es más, la incursión en esta finca de Juan de Camba se produce solo dos días después de que los lobos, de nuevo, matasen a dos perros en la zona de adiestramiento del Tecor Farelo, en la parroquia agoladense de Ventosa, ya en la frontera con Rodeiro. La zona de adiestramiento de perros de esta entidad ocupa 82 Hectáreas repartidas también entre Agolada y Trabancas. Dentro hay una zona de refugio de caza, donde crían jabalíes y también lobos. La proliferación de este animal es tal que los cazadores han llegado a ver grupos e cuatro o cinco durante sus batidas a los jabalíes. Ayer, Medio Ambiente publicó en el DOG las normas para la temporada de caza mayor, e indica que "se prohíbela captura del lobos, exceptuando aquellas por daños que pudiera ocasionar". En concreto, autoriza monterías, esperas y ganchos salvo en los meses de abril, mayo y junio, en los que solo se podrán realizar esperas.

La polémica de los años 90

La solución que acaba de aportar Medio Ambiente ayudará a aliviar el profundo debate entre la conservación del lobo y las pérdidas que ocasionan sus ataques al ganado en el triángulo que conforman las aldeas vecinas de Agolada y Rodeiro. Un debate que se remonta ya a mediados de la década de los 90. Los vecinos de uno y otro lado recuerdan cómo en 1996 los lobos atacaban de forma continuada potros y terneras en A Baíña así como en el concello vecino de Santiso y en la parroquia de Muimenta, ya en Lalín.