El 14 de mayo, hace justo un mes, la Consellería de Medio Rural se reunía con representantes de sindicatos, agricultores y sociedades de caza para diseñar un plan con el que minimizar los ataques a cultivos. Por primera vez, se sustituyen las batidas a jabalíes por esperas nocturnas que eviten una segunda incursión del animal en la finca. El sistema es sencillo: el agricultor alerta de los daños al presidente de su Tecor o sociedad de caza correspondientes, éste envía un informe a la consellería y el departamento autonómico autoriza la espera en un plazo máximo de 24 horas.
Unións Agrarias fue la que promovió este sistema, al que añade otras medidas como la alimentación disuasoria de los puercos salvajes –ya se está aplicando en el concello coruñés de O Pino– o la caza en los refugios de fauna para reducir el volumen de la especie. El año pasado, los jabalíes destrozaron en toda Galicia la comida equivalente a la que necesitan un millar de vacas. Pero en 2012, la sequía hasta marzo y las posteriores lluvias de abril retrasaron entre 20 días y un mes la siembra de maíz, tanto para grano como para forraje. "El jabalí es un animal trashumante, así que seguramente durante la siembra en la zona ya no se encontraba aquí" más que nada porque antes careció de alimento, explica el secretario comarcal de Unións, Román Santalla. No obstante, este sindicalista aconseja a agricultores y cazadores "que no bajen la guardia, porque el año pasado el jabalí atacó fincas de maíz en todas sus fases", y no solo durante la siembra y el espigado, como era habitual hasta hace unos años.
Otra explicación de por qué no se ha pedido ninguna espera en toda la comarca podría deberse a que las intensas batidas del año pasado redujeron de forma considerable la densidad de jabalíes en la zona, a pesar de que muchos ejemplares se vieron desplazados a la comarca debido a los fuegos forestales de Ourense. Otros sistemas de disuasión, como los pastores eléctricos, también están sirviendo para mantener las fincas a salvo de destrozos.
Ataques de corneja
De la decena de sociedades de caza y tecores que están activos en toda la comarca, tan solo la Sociedade de Caza de Silleda recibió una petición de esperas pero para córvidos, en una parcela de O Castro. Santalla en este punto también es claro: "Están siendo muy frecuentes los ataques de corneja en maizales", y de ahí que Medio Rural también autorice el control de estos animales. |